El
puente del Diablo
La anciana, cansada de tenia que cruzar el río cada día
aceptó el trato. El Diablo estuvo toda la noche y cuando los primeros rayos de
sol despuntaron tras el gran puente, en las otra orilla esperó a que la anciana
llegara, para que pasara el puente en busca de agua y así poder quedarse con su
alma. Pero las cosas no salieron cono él esperaba.
La leyenda de este puente, cuenta la historia de una
anciana que cada día debía pasar el río para ir ha buscar agua a la fuente que
había en la otra orilla. Ella era ya muy mayor y no estaba para esos trotes.
Saltar de piedra en piedra, mojarse los pies ya le había traído más de un
disgusto.
Una mañana, cuando estaba junto la orilla, a punto de pasar el río, se le
apareció el Diablo, que era un negociador de mucho cuidado.
-¡¿Qué hace pasando el río de esta manera?! Con mi gran poder,
haré que no tengas que cruza nunca más.
-¿Cómo? Pregunto la anciana sorprendida. –Dame una noche,
y te conseguiré el puente más bonito que jamás hallas visto. -¿Seguro?-
pregunto ella. ¿Acaso dudas de mi palabra? Respondió el Diablo. –Y no os va a
costar ni una moneda. Me conformo con el alma del primero que cruce el puente.
La anciana, cansada de tenia que cruzar el río cada día
aceptó el trato. El Diablo estuvo toda la noche y cuando los primeros rayos de
sol despuntaron tras el gran puente, en las otra orilla esperó a que la anciana
llegara, para que pasara el puente en busca de agua y así poder quedarse con su
alma. Pero las cosas no salieron cono él esperaba.
Cuando la viejecita llegó al puente sacó el mandil del
cesto que llevaba colgando del brazo. De dentro del cesto salió un gato negro
como el carbón, que asustado empezó a correr puente arriba.
Y así es como, desde ese día, la anciana y todo el mundo
puede, cruz el puente mientras el Diablo
nos mira, sin poder hacer nada, con el alma de un gato.
LYDIA RODRÍGUEZ
El cuadro del payaso
En
un pequeño pueblo se mudó una familia , cuando la familia comenzó a instalarse
en su nuevo hogar se dieron cuenta de que había un cuadro de un payaso con la
palma de la mano abierta, la familia pensó que era muy bonito y que le daba
estilo a la casa , así que decidieron dejarlo donde estaba.
Al cabo de unos
días el padre de la familia desapareció sin dejar rastro. El poblado pensaba
que se había ido de vacaciones sin avisar a su familia. Pero al cabo de unas
semanas se le encontró muerto en las cercanías de la salida de la ciudad, el
policía atribuyó este hecho a un
supuesto asesino en serie. No encontraron pruebas que apoyaras esta
hipótesis. Mientras los miembros de la familia estaban distraídos a causa de la
desaparición del padre no se dieron cuenta que al cuadro del payaso… ¡Al cuadro
del payaso le faltaba un dedo!
A las pocas semanas la madre fue encontrada
muerta en la entrada de su casa, nuevamente el policía no encontró ninguna
prueba pero al payaso del cuadro le faltaba dos dedos poco a poco empezaron a
morir los demás miembros de la familia hasta que al payaso del cuadro solo le
quedaba un dedo. Un día se incendio la casa y los bomberos fueron a apagarla,
pero lo único que pudieron salvar del fuego fue el cuadro del payaso.
Después
de muchos años la casa fue reconstruida y otra familia se mudo allí. Cuando la
nueva familia entro encontraron el mismo cuadro del payaso con los dedos
completos…
LORENA PÉREZ
La sirenuca de Castrourdiales
Esto es una leyenda popular de
Castrourdiales, un pueblo situado en
Cantabria.
Cuenta la leyenda que había una joven
niña del pueblo a la que le gustaba ir a pescar a un acantilado cerca del
pueblo. Pero a su madre no le parecía bien que fuese porque era muy peligroso.
Entonces su madre un día le prohibió a
la niña ir a pescar. Ella se escapaba al
acantilado para cantar al compas de las olas.
Su madre estaba tan cansada de que no
la hiciese caso que un día dijo:
“Así permita el dios del cielo que te
conviertas en pez”
Y dicen que la niña se convirtió en
pez.
Se dice que todavía se puede oír su
cantar desde el acantilado y desde el mar para que así los navegantes sepan que
se acercan al acantilado y no se choquen con él.
ALEJANDRO
