jueves, 21 de enero de 2016

REDACCIONES SEMANALES 5º A

LA CUEVA DEL GATO VERDE
Escrito por virginia andrés
Había una vez una cueva donde había un gato verde. Un día un día pasaban unos niños que fueron de acampada a las montañas y de pronto, un niño que era el más pequeño, vio la cueva. Los demás niños le siguieron pero no había nadie y fueron a investigar dentro. Los niños más mayores fueron a investigar mientas los otros se quedaron comiendo algo. Pero el “gordo” se lo comió todo y los demás tenían mucha hambre.
Los niños que fueron a investigar se comunicaban con los que estaban fuera con walkie talkie. Pasaron horas y no encontraban. Pero de pronto cuando se iban  salió un gato de color verde con los ojos negros. Los niños se quedaron asombrados y llamaron a la policía para que se lo llevaran para investigar porqué era verde. El más pequeño se puso muy triste porque se iban a llevar al gato. El niño le había puesto de nombre Lulú.
Al día siguiente el niño pequeño se escapó de su casa y fue a ver a Lulú. Se puso muy contento de haberle visto. La poli le vio y le dijo que volviera a su casa porque no podía entrar a ver al gato porque todavía no habían investigado porqué era verde. Lulú se puso muy triste porque el niño se había ido.
Los niños mayores se despertaron y vieron que el niño  pequeño no estaba metido en la cama. Sus padres también se despertaron y se asustaron. El niño se ha escapado, dijo. El gato verde sabía hablar y los padres se asustaron. Más tarde el niño volvió a casa porque se lo dijo el gato verde. El gato volvió a su casa y el niño también. Los padres se pusieron muy contentos.

FIN

BART
Escrito por Óliver García
Había un niño llamado Bart, que tenía 10 años. Vivía en un castillo rodeado por un extenso bosque. Después había un río que rodeaba el bosque. El castillo tenía una alta muralla con pinchos a lo alto.
En medio del castillo había una torre con una gran puerta con un candado. Y en el bosque había una pequeña aldea con 1.021 personas y 2.000 animales. En el río había un puente para pasar a la aldea o al castillo. Ese puente estaba custodiado por el hijo del rey Bart. Las únicas entradas para pasar del castillo a la aldea era el puente y un túnel subterráneo que solo conocía la familia del rey. Nadie podía salir del reino ni entrar sin pedirselo a Bart.    A Bart no le caía bien su padre ni nadie de su familia. Por eso vivía solo en una cabaña hecha por el mismo y con ayuda de otros campesinos.  Como le caía tan mal su familia se fue del reino.
 Pero como ya no había ningún guardia en el puente se colaron los vikingos. Y destruyeron todo el reino. Bart hizo un grupo para matar a los vikingos y dominar el reino de su familia. Pero Bart se enteró de que uno de los vikingos era su padre. Entonces fue a su reino por la noche y entró por el pasadizo. Cuando entro al castillo mataron a todos los vikingos menos a su padre que le encerraron en las mazmorras. Entonces Bart ayudó a los campesinos a reconstruir sus casas. Después de 10 años Bart mató a su padre.

                                 FIN


El patito feo en guns
  Escrito por Daniel García Pérez

La ciudad de Guns casi nunca aparece en los atlas geográficos y eso se debe a que está en una isla muy pequeña. Está formado por muchos distritos pequeños pero el más conocido, y grande es el de Barriskuquenseguersafegot. Es tan grande, tan grande, tan grande que ocupa un quinto de la ciudad. Mucha gente se suele alojar allí para ver lo de la ciudad, puesto que en ese distrito hay de todo.

Barriskuquenseguersafegot es un quinto de Guns, y tiene forma de queso con un gran agujero en medio. Ese ¨agujero¨ se llama  Comenubes. Es un gran círculo en medio del distrito que conecta con cinco calles, y en el centro hay una estatua de una persona rechoncha comiendo una nube(a eso se debe su nombre).

¿Os imagináis a El Patito Feo en una ciudad? Pues así empieza nuestra historia. En esta historia El Patito Feo tendrá que sobrevivir en la ciudad ¿Será capaz?

En el campo estaba El Patito Feo, pero como lo despreciaban tanto, decidió cambiar de ambientes y viajar a la ciudad. Pero claro, él no se hacía una idea de lo que era una ciudad hasta que llegó a ella. Nada más llegar fue cogido por una persona obsesionada con los pájaros. Y tanto que sí lo era, veinte jaulas con diez pájaros cada una. Solo fue librado de ese infierno porque todos los pájaros colaboraron para salir. Y desde esa experiencia, prefirió mil veces que le despreciarsen  a volver a Guns, que para él era una ciudad de locos.

                                                           FIN


EL DINOSAURIO TERRORÍFICO
En tiempos de Maricastaño, en un pueblo chiquitito llamado Telma, vivía una señora llamada Pepa que a cada hombre que veía le contaba la historia del dinosaurio terrorífico. Un día llegó un valiente hombre al pueblo y Pepa le dijo:
-Hola, mi señor, te voy a contar una leyenda que es cierta, espero que nos puedas salvar.
- Cuéntame bella dama. Dijo el valiente chico.
-Cuenta la leyenda que este pueblo era la ciudad de los dinosaurios y que cuando empezaron a nacer los humanos les mataron, pero no se dieron cuenta de que quedaba uno y ahora se encuentra en la cueva más terrorífica de todo el pueblo.
Todavía no hay nadie que lo haya matado porque lo tenemos terror. Espero que usted nos pueda salvar de este monstruo. Lo malo es que en Telma hay un científico chiflado que quiere experimentar con é pero no se atreve a entrar a la cueva. Dijo Pepa.
-No os preocupéis. Yo os salvaré de esta maldición. Dijo el valiente chico.
Entonces el valiente chico se fue a luchar contra el dinosaurio.
Cuando llegó a la cueva e chico vio que el dinosaurio tenía unas grandes escamas verdes muy oscuras, unas patas gigantes de color amarillo y blanco, y un pelo de color magenta muy largo.
Y lo peor de todo es que tenía unos dientes muy grandes, afilados y amarillentos.
Cuando el hombre ya había asimilado a la bestia que se enfrentaba, empezó a darle latigazos para cogerle con una soga. Cuando de pronto apareció el científico chiflado y le dijo:
-¡¡Quéééé, ¿Ya has cogido a la bestia?, ¡Qué bien!, ¡Pues ahora dámelo!
-Noooo no te lo daré llamaré a la policía!!!!!! Dijo el valiente chico.
Entonces llamó a la policía y mató al dinosaurio. La policía arrestó al científico chiflado y también se llevó al dinosaurio.
La alcaldesa de Telma le dio al valiente chico una placa que ponía el salvador de Telma y también le dio 800.000.000 euros por haber salvado a Telma de ese monstruo.
¡Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO!

Escrito por: Lara Romero