LA
CUEVA DEL GATO VERDE
Escrito
por virginia andrés
Había una vez una cueva donde había un gato verde. Un día un
día pasaban unos niños que fueron de acampada a las montañas y de pronto, un
niño que era el más pequeño, vio la cueva. Los demás niños le siguieron pero no
había nadie y fueron a investigar dentro. Los niños más mayores fueron a
investigar mientas los otros se quedaron comiendo algo. Pero el “gordo” se lo
comió todo y los demás tenían mucha hambre.
Los niños que fueron a investigar se comunicaban con los que
estaban fuera con walkie talkie. Pasaron horas y no encontraban. Pero de pronto
cuando se iban salió un gato de color
verde con los ojos negros. Los niños se quedaron asombrados y llamaron a la
policía para que se lo llevaran para investigar porqué era verde. El más
pequeño se puso muy triste porque se iban a llevar al gato. El niño le había
puesto de nombre Lulú.
Al día siguiente el niño pequeño se escapó de su casa y fue a
ver a Lulú. Se puso muy contento de haberle visto. La poli le vio y le dijo que
volviera a su casa porque no podía entrar a ver al gato porque todavía no
habían investigado porqué era verde. Lulú se puso muy triste porque el niño se
había ido.
Los niños mayores se despertaron y vieron que el niño pequeño no estaba metido en la cama. Sus
padres también se despertaron y se asustaron. El niño se ha escapado, dijo. El
gato verde sabía hablar y los padres se asustaron. Más tarde el niño volvió a
casa porque se lo dijo el gato verde. El gato volvió a su casa y el niño
también. Los padres se pusieron muy contentos.
FIN
BART
Escrito por Óliver García
Había un niño llamado Bart, que tenía 10 años. Vivía en un
castillo rodeado por un extenso bosque. Después había un río que rodeaba el
bosque. El castillo tenía una alta muralla con pinchos a lo alto.
En medio del castillo había una torre con una gran puerta con
un candado. Y en el bosque había una pequeña aldea con 1.021 personas y 2.000
animales. En el río había un puente para pasar a la aldea o al castillo. Ese
puente estaba custodiado por el hijo del rey Bart. Las únicas entradas para
pasar del castillo a la aldea era el puente y un túnel subterráneo que solo
conocía la familia del rey. Nadie podía salir del reino ni entrar sin pedirselo
a Bart. A Bart no le caía bien su
padre ni nadie de su familia. Por eso vivía solo en una cabaña hecha por el
mismo y con ayuda de otros campesinos.
Como le caía tan mal su familia se fue del reino.
Pero como ya no había
ningún guardia en el puente se colaron los vikingos. Y destruyeron todo el
reino. Bart hizo un grupo para matar a los vikingos y dominar el reino de su
familia. Pero Bart se enteró de que uno de los vikingos era su padre. Entonces
fue a su reino por la noche y entró por el pasadizo. Cuando entro al castillo
mataron a todos los vikingos menos a su padre que le encerraron en las
mazmorras. Entonces Bart ayudó a los campesinos a reconstruir sus casas.
Después de 10 años Bart mató a su padre.
FIN
El
patito feo en guns
Escrito
por Daniel García Pérez
La ciudad de Guns casi nunca aparece en los atlas geográficos y eso se debe a que está en una isla muy pequeña. Está formado por muchos distritos pequeños pero el más conocido, y grande es el de Barriskuquenseguersafegot. Es tan grande, tan grande, tan grande que ocupa un quinto de la ciudad. Mucha gente se suele alojar allí para ver lo de la ciudad, puesto que en ese distrito hay de todo.
Barriskuquenseguersafegot
es un quinto de Guns, y tiene forma de queso con un gran agujero en medio. Ese
¨agujero¨ se llama Comenubes. Es un gran
círculo en medio del distrito que conecta con cinco calles, y en el centro hay
una estatua de una persona rechoncha comiendo una nube(a eso se debe su
nombre).
¿Os
imagináis a El Patito Feo en una ciudad? Pues así empieza nuestra historia. En
esta historia El Patito Feo tendrá que sobrevivir en la ciudad ¿Será capaz?
En
el campo estaba El Patito Feo, pero como lo despreciaban tanto, decidió cambiar
de ambientes y viajar a la ciudad. Pero claro, él no se hacía una idea de lo
que era una ciudad hasta que llegó a ella. Nada más llegar fue cogido por una
persona obsesionada con los pájaros. Y tanto que sí lo era, veinte jaulas con
diez pájaros cada una. Solo fue librado de ese infierno porque todos los
pájaros colaboraron para salir. Y desde esa experiencia, prefirió mil veces que
le despreciarsen a volver a Guns, que
para él era una ciudad de locos.
FIN
EL
DINOSAURIO TERRORÍFICO
En tiempos de Maricastaño, en un pueblo chiquitito llamado
Telma, vivía una señora llamada Pepa que a cada hombre que veía le contaba la
historia del dinosaurio terrorífico. Un día llegó un valiente hombre al pueblo
y Pepa le dijo:
-Hola, mi señor, te voy a contar una leyenda que es cierta,
espero que nos puedas salvar.
- Cuéntame bella dama. Dijo el valiente chico.
-Cuenta la leyenda que este pueblo era la ciudad de los
dinosaurios y que cuando empezaron a nacer los humanos les mataron, pero no se
dieron cuenta de que quedaba uno y ahora se encuentra en la cueva más
terrorífica de todo el pueblo.
Todavía no hay nadie que lo haya matado porque lo tenemos
terror. Espero que usted nos pueda salvar de este monstruo. Lo malo es que en
Telma hay un científico chiflado que quiere experimentar con é pero no se
atreve a entrar a la cueva. Dijo Pepa.
-No os preocupéis. Yo os salvaré de esta maldición. Dijo el
valiente chico.
Entonces el valiente chico se fue a luchar contra el dinosaurio.
Cuando llegó a la cueva e chico vio que el dinosaurio tenía
unas grandes escamas verdes muy oscuras, unas patas gigantes de color amarillo
y blanco, y un pelo de color magenta muy largo.
Y lo peor de todo es que tenía unos dientes muy grandes,
afilados y amarillentos.
Cuando el hombre ya había asimilado a la bestia que se
enfrentaba, empezó a darle latigazos para cogerle con una soga. Cuando de
pronto apareció el científico chiflado y le dijo:
-¡¡Quéééé, ¿Ya has cogido a la bestia?, ¡Qué bien!, ¡Pues
ahora dámelo!
-Noooo no te lo daré llamaré a la policía!!!!!! Dijo el
valiente chico.
Entonces llamó a la policía y mató al dinosaurio. La policía
arrestó al científico chiflado y también se llevó al dinosaurio.
La alcaldesa de Telma le dio al valiente chico una placa que
ponía el salvador de Telma y también le dio 800.000.000 euros por haber salvado
a Telma de ese monstruo.
¡Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO!
Escrito por: Lara Romero