martes, 8 de diciembre de 2015

CUENTOS E HISTORIAS 5ºB

  LA PATA FRANCISCA Y EL CERDO MANOLO

Un bonito día de verano, fui a la granja de mi amiga Manolita a pasar el día. Allí había un gran establo de dos caballos muy bonitos, uno era blanco y el otro era marrón , ¡ A mí me gustan mucho los caballos ¡  También había otros pequeños establos, uno tenía gallinas y pollos, con un trozo de jardín, otro tenía cerdos, y en el otro había patos con un pequeño estanque.
No sabía donde mirar, todo aquello era precioso, los animales, el campo…Detrás de la granja había una pequeña piscina, y una gran sombrilla que daba sombra a una mesa y unas sillas , allí la madre de Manolita nos había preparado un gran almuerzo, comimos mucho y estaba todo muy rico. Después, nos dimos un baño en aquella piscina.
Nos pusimos a tomar el sol y me quedé dormida.
De repente estaba dando de comer a los animales de la granja y para mi asombro ¡Hablaban! y yo les entendía todo lo que decían.
Había una bonita pata que se acercaba al establo de los cerdos y miraba al más joven, pero este no le hacía caso.
Y así pasaban los días, yo en la granja cuidando de los animales, bañándome en la piscina y disfrutando del campo.
Una mañana cuando fui a dar la comida a los animales vi a la pata hablando con el joven cerdo, se habían hecho amigos ¡Por fin!
La pata se llamaba Francisca  y el cerdo Manolo.
Al atardecer me iba a dar un paseo y a ver la puesta del sol y dejaba que Manolo me acompañara para ver anochecer. Fuimos poco a poco haciendo más amigos que nos encontramos por el camino. Dos ardillas muy simpáticas, un viejo búho, una loba y muchos más. Vivimos muchas aventuras juntos, una tarde se puso a llover, y acabamos resguardándonos en la cueva de la loba y allí mientras esperábamos a que parara de llover, la loba nos contó varias historias.
Poco a poco la pata y el cerdo se fueron enamorando...Pero había un gran problema, porque los patos no aceptaban al cerdo y los  cerdos no aceptaban a la pata. Aquello les puso muy triste, no les dejaban estar juntos. Ellos no querían dejar de verse, así que deciden escaparse. Una tarde, mientras paseábamos, se pusieron a correr hacia el bosque y no podíamos alcanzarlos y de repente... abro los ojos y ¡Todo había sido un sueño! , pero un sueño bonito, con un final, quiero pensar que feliz.
Que el cerdo y la pata vivieron felices, contentos y juntos. ¡Qué bonita historia!
Cuando por la tarde fui con mi prima a dar de comer a los animales, observé a los patos y a los cerdos con detenimiento y en el fondo esperaba verlos hablar. Seguro que eso ocurrirá en otro de mis sueños.

Realizado por: Judith 5ºB         


 LOS 3 AMIGOS
Chuso, un niño de 10 años, normal y corriente, que vivía en Sugo, un pueblo de Zaragoza, solía sufrir abuso por sus compañeros. Eso hacía que Chuso odiase el colegio, hasta que un día cambiase su vida.
Su padre era guardia civil y como les suelen destinar a diferentes lugares, le tocó a su padre. Chuso se fue a vivir a un pueblo llamado Lerma, un municipio de Burgos. Allí hizo dos nuevos amigos muy simpáticos y muy amables. Ellos siempre le apoyaban. En este cole ya casi no se meten con él y por eso ahora le gusta ir al cole. Todo iba de maravilla porque se hacían pasar por el trío calavera pero lo único que pasaba es que sus madres se llevaban mal y por desgracia se conocían de la universidad ¡qué mala suerte! Así que, un día piden al profesor que les mande una redacción, ya que habían planeado escribir una carta falsa para que se relacionasen sus madres haciéndoles creer que lo habían escrito ellas. Una vez enviadas, tras leerlas acuden al bar donde han quedado. Una vez allí empezaron a discutir por qué sus hijos les habían escrito esas cartas. Cuando saben por qué  lo hicieron, se alegraron porque se habían reconciliado.

Trabajo realizado por:
Rubén Merino Aragón

5ºB



MI NUEVO PERRO



Había una vez una familia. La madre se llamaba Rosa, el padre Martín y las gemelas Carla y Sara. Un día, Rosa y Martín fueron a comprar los regalos para las gemelas, porque el cumpleaños era el 20 de diciembre y Rosa pensó en regalarles un perro, pero Martín un patinete a cada una.

-¿Y por qué no les regalamos las dos cosas?
Preguntó Rosa.
-¡Buena idea!
Exclamó Martín.

Llegó el día 20 de diciembre, Martín les dio los patinetes y Rosa les dio el perro envuelto con papel de regalo.
Cuando abrieron el regalo, vieron al perro al que  llamaron ¡Ney!


ESCRITO POR: NICKOLE. 5ºB



            DE  ACAMPADA

Érase una vez unos señores llamados Lucas, Ángel y Marcos. Un día, decidieron hacer una excursión al monte durante una semana. El lunes salieron al Monte del terror y nada más llegar empezaron a oír ruidos  extraños, entonces Ángel y Marcos se asustaron y Lucas dijo: -chicos no tengáis miedo porque es el sonido del aire chocando contra las ramas … Luego se fueron a la tienda dormir y cuando despertaron estaban rodeados por antorchas y un mapa. Sorprendidos decidieron investigar y se pusieron a preparar las cosas en la mochila para salir en busca  de la ruta que marcaba el mapa. Cuando llegaron al destino, encontraron un barco pirata y de repente se puso en marcha, pero cuando quisieron saltar, era tarde. Apareció un pirata y les obligó a ser su tripulación y al llegar a tierra les ató al mástil con otros dos individuos y se puso a buscar un tesoro. Cuando lo encontró, les abandonó en la isla con los indios. Entonces empezaron a construir una barca con ramas y troncos. Al terminar de montarla volvieron a casa y prometieron no volver a ir al campo ellos solos. 

Realizado por: Jorge García Grande 5ºB

lunes, 30 de noviembre de 2015

REDACCIONES SEMANALES 5º A



EL PERRO LLORÓN QUE ACABÓ SIENDO UN CAMPEÓN por Mireya Temiño

Había una vez una niña que se llamaba Clara. Era muy simpática con una sonrisa siempre en su cara. Su pelo era pelirrojo y sus ojos azules como el mar. Iba vestida con una camiseta verde con un gigante corazón rojo y una falda azul. Vivía en una casa muy bonita cerca de un parque con muchos árboles y columpios.
Lo que más le gustaba era ayudar a la gente, patinar y hacer pasteles.
Un día después de salir del cole, decidió ir a dar un paseo por el parque. De pronto se encontró con un perro llorando desconsoladamente.
-        -  ¿Qué te pasa, perrito? Dijo Clara.
-         - Nada, déjame en paz. Contestó el perro.
-          - No te enfades, solo quiero ayudarte.
-        -  Es que nadie quiere jugar conmigo. No puedo correr porque estoy cojo.
Entonces Clara tuvo una idea genial. Decidió ir a su casa a por sus patines y a por otros que no la valían.
Cuando regresó todavía seguía el perro en el mismo sitio llorando.
-      ira perrito, he tenido una idea genial. Te enseñaré a patinar. ¡Deja de llorar y a entrenar¡
Al principio se estrellaba contra todo: las farolas, las papeleras, los bancos… Pero al final consiguió patinar como un campeón.
Un día un señor sorprendido al ver todo lo que sabía hacer el perrito, se acercó y dijo:
-          Soy el director del programa “Mascotas divertidas”. ¿Querrías participar en él?
-          -  Siiiiiiii, dijeron.
Así, Clara y el perro, se hicieron muy famosos y todos los niños querían juga con ellos.





MORTADELO
Y
FILEMON
por Nabil El Marzouki

Un  día muy caluroso, en la T.I.A, el señor Súper compró un súper ventilador que vale 4.000 dólares.   Pero el   Súper  se dio cuenta que si vendrían  Mortadelo  y  Filemón se lo romperían. Entonces lo guardó en un lugar seguro.


Mortadelo oyó todo y fue corriendo a decírselo  a Filemón.


__ ¡Jefe, Jefe, Jefe!


__ ¿Qué pasa? Contestó Filemón


__Pues que el señor Súper ha comprado un súper ventilador y…


Contó todo a Filemón y decidió hacerle  una trampa que era:


1.     Llamar al Súper, haciéndose  pasar por el vendedor de la tienda donde había comprado el ventilador.


2.     Le diría que ha habido un problema con esa venta y tiene que devolver el producto.


3.  Le dice donde dejar el ventilador, que será la dirección de Filemón.


4. Mortadelo y Filemón cogerán el ventilador y  disfrutaran de él.


Por la mañana, comenzaron el trabajo como si nada. Pero de repente el señor Súper vio a Mortadelo y Filemón disfrutando de su ventilador. El SUPER se enfadó y tiró  el ventilador  por la ventana. Pero no era el verdadero ventilador. Al final Mortadelo y Filemón no ganaron nada pero el  señor Súper sí, porque se quedó en su oficina con el ventilador que era verdadero.



                             FIN
EL TRABAJO JUSTO A TIEMPO por Alberto Barbero

Erase una vez dos niños llamados Ezequiel y Lucas. Tenían 10 años.
Ezequiel era rubio y con los ojos azules. Aunque tendría 10 años era bajo. En cambio Lucas era moreno, con los ojos verdes y era alto. Ismael también tenía 10 años. Era pelirrojo y  tenía los ojos de color marrón, Ismael era pequeño y no le caí nadie bien. Ismael era un niño de la clase de Ezequiel y Lucas.
Un día el profesor de Ezequiel y Lucas mandó un trabajo que tenía que ser en parejas de dos.  También dijo la fecha límite de entrega, que era un mes. El premio al mejor trabajo era no ir un día a clase, en lo que quedaba de clase podían empezar a hacerlo. Lucas y Ezequiel se pusieron de pareja, pero Ismael protestó porque nadie quería ponerse con él.
Como no se ponían de acuerdo el profesor hizo los grupos. Lucas y Ezequiel tuvieron suerte y les tocó juntos. Pero Ismael se enfadó y dijo que iba a hacer lo imposible para que no entregarían el trabajo a tiempo. Lucas y Ezequiel quedaban en la biblioteca o en casa de alguno de los dos para que no les molestaría Ismael.
Al final Ezequiel y Lucas quedaron para quitarle el trabajo de Ismael pero no encontrarón nada. Al día siguiente cuando tocó lengua presentaron todos los alumnos menos Ismael porque no tenía el trabajo hecho. Así que le pusieron dos negativos por no hacer el trabajo y el premio lo ganaron Lucas y Ezequiel.  



LA BRUJA Y SU GRAN AMIGA por Laura Díez



Había una vez una bruja que estaba haciendo magia. Un día se levantó y se puso a pensar                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               –¡Qué aburrido es esto de hacer magia todos los días. Dijo la bruja. Tuvo una gran idea  de irse a la convención de brujas.
Se fue en su escoba mágica. Al llegar se dio cuenta que su escoba mágica la había llevado al mundo de los humanos no a la convención de brujas. Luego pasado un rato se sienta en un banco, y de repente una chica se sienta con ella en el banco. Y le pregunta:                                                                                      
- Hola ¿Cómo te llamas?   
                                                                   
-Yo me llamo Matilda. Responde la bruja.                                                                                               
 -¿Y de dónde vienes? Le pregunta la chica
                                                                                  
 –Vengo del mundo de las brujas. Responde la bruja.

La chica se echa a reír  porque no se lo cree. Luego la chica la invita a su casa, y la bruja le responde que sí. Llegan a su casa y se sientan en el salón. Comienzan a hablar. Pasado un rato hablando, entre risas y carcajadas, le dice la chica a la bruja.
                                                                   
-Yo no creía en las brujas pero ahora con todo lo que me has contado me lo creo todo. 
Pasado un tiempo Matilda y la chica se hicieron muy buenas amigas y Matilda le dice que menos mal que  su escoba mágica se ha equivocado y la trajo a ese mundo, porque sino no  hubiera conocido a la chica, Matilda está súper feliz de la amistad tan bonita que tiene con la chica.



                               FIN
  

LA HISTORIA DE PAUL por Sergio Bartolomé

En una granja de Estados Unidos, nació un pequeño labrador. Tenía ocho hermanos, hasta que dos de ellos fallecieron.
La hija del granjero quería quedarse con todos. Pero solo le dejaron elegir a uno. A todos los demás les metieron en un saco, y les llevaron a la perrera, donde pasaban hambre y mucho frío.
Poco a poco se iban llevando a sus hermanos para trabajar en grandes granjas.
Cada noche soñaba con salir de aquel sitio.
Hasta que un día, vio a lo lejos a un niño y a una niña que corrían hacía él gritando. Le abrieron la puerta la puerta y le cogieron en brazos. No volvió a ver la perrera. Le llevaron a una casa con  un inmenso jardín, y una piscina enorme en la que se metía en verano con sus dueños, que le llamaron Paul. Nunca se hubiese imaginado que llegaría a querer  tanto aquellos niños.


EL  CARACOL  Y  EL  LOBO
por Adán Rodríguez

Hace mucho mucho tiempo, cuando se iba con carro y caballo a todas partes, en un pueblo había un señor que tenía un montón de caracoles.
   Aquel hombre estaba un poco gordo y tenía un hermoso pelo largo y castaño. Vestía una camisa rosa de cuello alto y unos vaqueros.
   Vivía en una casa algo pobre y sus caracoles en el jardín. Los caracoles vivían felices jugando y comiendo verduras.
   Un mal día, vinieron unos lobos del bosque al pueblo. Ese día había mercadillo y el hombre y sus caracoles salieron a comprar. Los lobos se encontraron con los caracoles y el hombre. El más valiente de los caracoles le retó a una carrera a los lobos, porque no paraban de molestar a la gente. El caracol les dijo que si ganaba se largarían, y si ganaban ellos se quedarían en el pueblo. Ellos aceptaron. La carrera sería al día siguiente a las doce del mediodía.
   Al día siguiente los lobos se presentaron. El juez fue el amigo de los caracoles. El valiente caracol se puso en posición de correr mientras que los demás caracoles se ponían a un metro delante del anterior, así hasta que el último se puso al lado de la línea de meta.
   El juez gritó ¡YA! y empezaron la carrera. Todos los caracoles fueron avanzando hasta que el último llegó a la línea de meta antes que el lobo. Los demás de su especie se quedaron alucinados y se largaron corriendo.
   Así consiguieron que no se acercasen al pueblo nunca más.