APOLO
Y DAFNE
HACE
MUCHO TIEMPO
EN LA ANTIGUA GRECIA,
EN LA ANTIGUA GRECIA,
APOLO
DE EROS SE VENGABA
DE FORMA MUY NECIA.
DE FORMA MUY NECIA.
EROS
SE CANSÓ
Y DE APOLO SE VENGÓ.
Y DE APOLO SE VENGÓ.
LE
CLAVÓ UNA FLECHA A DAFNE
PARA
ASÍ DESENAMORARSE,
Y
OTRA A APOLO
PARA
DE DAFNE ENAMORARSE.
DAFNE
CORRÍA
CUANDO A APOLO VEÍA.
CUANDO A APOLO VEÍA.
DAFNE
SE CONVIRTIÓ EN ÁRBOL DE LAUREL,
Y
APOLO SE LAMENTABA JUNTO A ÉL.
ESTA
HISTORIA SIGUE VIVA,
Y
YO DE ELLA SIEMPRE ME ACORDARÍA.
Apolo y Dafne
Hace
mucho tiempo,
cuando
cualquier dios discutía,
esta hermosa historia ocurría.
esta hermosa historia ocurría.
Apolo
de Eros se reía,
y
Eros para vengarse,
una trampa le tendía.
una trampa le tendía.
Fue
lanzarle una flecha
para
Apolo enamorarle,
y
otra a la bella Dafne,
para
de Apolo desenamorarse.
Y
así surgió la historia
de
un amor imposible,
en la que Dafne corría
cada vez que a Apolo veía.
en la que Dafne corría
cada vez que a Apolo veía.
Un
día, lo de siempre ocurrió,
pero
Dafne fue lista y
ayuda a su padre pidió.
ayuda a su padre pidió.
Su
padre la convirtió
en
un árbol de laurel,
y Apolo cogió sus hojas,
y tejió una corona para él.
y Apolo cogió sus hojas,
y tejió una corona para él.
Esa
corona ha sido
parte
de la historia,
para llevar a muchos dioses
hasta la gloria.
para llevar a muchos dioses
hasta la gloria.
ÁLVARO
Apolo y Dafne
Apolo, dios del Sol,
se burlaba de Eros,
el dios del amor.
Eros se cansó
y un día se vengó.
Una flecha le lanzó,
que en el corazón le dio.
Apolo se enamoró
de una ninfa.
La ninfa cogía flores
de colores.
Dafne la ninfa,
recibió una flecha
de otro color.
Así que a Apolo, esquivaba.
Cuando Apolo la seguía
ella de su vista desaparecía.
Un día la encontró,
pero ella no le vio.
En cuanto se acercó,
Dafne se marchó.
Apolo la siguió,
hasta que Dafne se cansó.
A su padre ayuda le pidió,
y en árbol la convirtió.
Cuando Apolo llegó,
comprendió que el árbol
era su amor.
Como era un laurel,
con sus hojas tejió,
una corona en su honor.
Y Apolo se la colocó.
Apolo y Dafne
Es la historia de un amor,
que hace mucho tiempo sucedió,
habla de dioses, ninfas y flechas de amor.
Apolo, dios del Sol y de las artes,
de las artes y del Sol,
gran arquero, valiente,
vanidoso y caprichoso,
así era este Dios.
Eros inocente niño,
dios del Amor,
sus flechas eran poderosas y
las usaba sin temor.
Apolo de Eros se burló y
Eros enfadado su venganza planeó.
Dos flechas eligió.
La primera de ciprés y oro
a su enemigo Apolo lanzó.
La segunda era de bronce
y con ella a Dafne disparó.
Cada vez que Dafne a Apolo veía,
locamente ella corría,
y, un día, ya cansada,
a su padre pidió ser transformada.
En laurel se convirtió,
y desde entonces,
Apolo con sus hojas una corona lució.
LAÍN
APOLO Y DAFNE
Había
una vez unos dioses
que
vivían en los bosques.
Y
unas ninfas
que
vivían escondidas.
Apolo,
dios del sol y de las artes
arrogante hasta hartarse.
Eros, dios del amor,
una flecha lanzó
y Apolo de Dafne se enamoró.
A
Dafne le tiró
Una
flecha de desamor.
Apolo
a Dafne perseguía
pero
Dafne no le quería.
Dafne, con tanto agobio no podía
y a su padre con turbación
le
pidió una solución.
La
convirtió en un laurel frondoso,
al que Apolo abrazó
y del que nunca se olvidó.
LENA
APOLO Y DAFNE
porque Eros de Apolo se hartó.
Un día llegó el momento,
y cumplió su venganza contento.
Al lanzar las flechas Apolo
de Dafne se enamoró,
pero ella a Apolo odió.
Con sus puntas de bronce
y oro Eros logró hacerlo.
Apolo desesperado a Dafne siguió
porque si ella se lastimaba
a él su vida se le arruinaba.
Apolo no sabía ya que hacer,
cuando siempre la veía al amanecer,
ella huía sin nada que perder.
Dafne ya no sabía que hacer
y algo se le ocurrió,
a su padre, el dios del río Peneo, recurrió.
Ella le rogó que su rostro la quitara,
para que así, su sufrimiento terminara.
SARA
APOLO
Y DAFNE
Apolo, el dios del sol,
de Eros se burló,
porque él siempre
ganaba
en todas las
batallas.
Eros harto se quedó
y de Apolo se vengó
enamorándole de
Dafne
una ninfa del
parque.
Con una flecha de
oro
a Apolo enamoró,
y con una de bronce,
a Dafne desenamoró.
Apolo a Dafne
perseguía,
pero ella siempre
huía y huía.
Dafne se cansó
y a su padre le
pidió:
- ¡¡Conviérteme en
un laurel
para que deje de
correr!! .
En árbol la
convirtió
y Apolo solo se
quedó.
Tejió una corona de
laurel
para llevarla
siempre con él.
LYDIA TEMIÑO