El Pirata Manosligeras
Manosligeras era un niño pirata, hijo
y nieto de piratas. Él nunca había robado nada, pero su familia quería que
fuera pirata como ellos.
A Manosligeras no le parecía bien la idea de robar a
la gente.
Según fue creciendo, el bueno de Manosligeras empezó a
preocuparse porque algún día se convertiría en pirata. Cada mañana, se miraba
al espejo para ver si se había producido la transformación, pero nada, seguía
teniendo la misma cara de bueno. Estudió medicina y cuidaba a los enfermos de
la ciudad. Él seguía temiendo convertirse en pirata. Hasta que un día, ya
viejecito, se dio cuenta de que nadie tiene que ser algo por obligación.
Raúl
ESTELA Y LIDIA
Érase una vez
una estrella que se llamaba Estela y era una estrella de la constelación de la
osa mayor. Y desde la osa mayor veía la tierra y los humanos que vivían en
ella. Ella tenía un deseo ir a visitar la tierra. Estela veía a los humanos pedir deseos y se convirtió en
estrella fugaz y fue a la tierra. Al entrar en contacto con la atmósfera se
convirtió en mineral y cayó al suelo. Al cabo de unos días lo cogió una niña
llamada Lidia para su colección de minerales y la guardó. Y un día oyó llorar a
alguien, abrió su caja y... ¡Era Estela! Y Estela le explicó por qué estaba
llorando:
Lloraba porque
no estaba con los suyos en el espacio. Lidia le quiso ayudar y la metió en un
fuego artificial. Lo encendió y… salió volando hasta la osa mayor.
Lidia se
sintió feliz, y Estela se reunió con su familia y amigos.
CLAUDIA
EXCURSIÓN ACCIDENTADA
En el aula de 5ºA y 5ºB todo estaba estaba muy tranquilo hasta cuando nos
comunicaron que íbamos de excursión a una isla en barco. Todos gritaron a la vez:
-¡Bien!
Menos los que se mareaban, que dijeron :
-¡No!
Nos contaron que todo estaba preparado, que habían llamado a los padres
y que era gratis. Todos fueron porque los padres no tenían ningún inconveniente.
Cuando estábamos yendo a la isla unos piratas nos saquearon y nos llevaron con ellos. Tenían una piscina en el barco y les pedimos si podíamos bañarnos. Ellos dijeron :
-¡Sí, por supuesto!
Luego nos enseñaron a pescar.
También vimos ballenas, tiburones, delfines y hasta peces voladores .
Cuando llegamos a una isla oímos que había un tesoro y nos pusimos muy emocionados. Nos adentramos en una selva y nos atacó, por sorpresa, un bicho raro que era una fusión de camaleón y dragón. ¡Era gigante! La tripulación se separó pero el capitán tuvo valor y le disparó. Se fue pitando .
La tripulación se volvió a reunir . Uno tenía mucha hambre y le pareció ver melones, pero le enseñaron los dientes y se asustó . Se lo dijo al jefe y fueron para ver si era verdad lo que decía .
-¡Esto no son melones, son plantas carnívoras !- dijo, excitado, el jefe .
De repente, muchas plantas de alrededor empezaron como a despertar de un letargo y empezaron a mostrar bocas con afilados dientes. Aquello se estaba poniendo feo .
-¡Quedaros con vuestro tesoro ! - gritó la tripulación .
Las plantas parecían tener mucha hambre. Nos retiramos hasta el embarcadero rápidamente y nos fuimos de la isla. Los piratas decidieron desembarcarnos en las islas Canarias y no pedir rescate por nosotros. Nos dejaron cerca de una playa. Allí encontramos a gente bañándose y les explicamos lo que había pasado. Nos llevaron a un hotel que había al lado, desde donde llamamos a casa para que vinieran a buscarnos. Hasta que nos recogieron estuvimos jugando y bañándonos en la playa y alojados en el hotel. Tardaron tres días.
Fue una aventura que nunca vamos a olvidar.
JORGE
LOS INVESTIGADORES DEL NILO
Hace muchos años en un país
llamado Nilo había un río gigantesco de aguas bravas, serpientes, insectos y
demás…
Cuentan, que un par de
exploradores estaban investigando una montaña. Cuando uno dijo: ¡ vamos a ese
río! Y el otro contestó: ¡vale!
Cuando estaban descendiendo por
la montaña a Billy, el investigador más joven, se le cayó la maleta y perdió
todos los medios de investigación.
Estando abajo, a los pies del
río, Fran, el más viejo, gritó: ¡Qué maravilla de plantas hay en esta zona!
Cuando se quiso agachar para
verlas de cerca, se le cayó la brújula y se le rompió. Los dos investigadores
estaban discutiendo la idea de seguir o volver, pero al final decidieron
continuar.
Al llegar a cruzar la parte norte
del río encontraron una cueva, de la que salió un enano, y detrás de él su tropa; entonces se paró a
hablar y les dijo: ¿Qué hacéis aquí? Este es mi territorio. Fran contestó:
sentimos haberos molestado, pero no
tenemos agua ni comida. La tropa de enanos llegó a la conclusión de que les
tenían que ayudar, y les dieron unas frutas silvestres y agua. Los dos
exploradores gritaron: ¡Qué alegría!
Entonces ya que estaban allí, el rey de los enanos, Silv, se casaba y les
invitaron a la boda.
La boda acabó amorosamente y los
dos exploradores contentos de hacer amigos en países desconocidos.
PABLO