lunes, 4 de febrero de 2013

CUENTOS. "El agua para la vida"



             MAMADOU Y LA GOTA
En un poblado de África, vivía un niño llamado Mamadou. Él sus amigos, todas las mañanas, iban a coger agua a un pozo cerca del poblado. Un día fueron y no había agua. Mamadou se preocupó mucho porque todo el poblado cogía agua de allí. Se fueron corriendo a avisar a todos:
-¡No queda agua en el pozo!-gritaron Mamadou y sus amigos. Todos se quedaron asombrados ya que de esa agua dependía todo el poblado.
   A la mañana siguiente, Mamadou se fue a buscar agua a otro sitio. Después de andar una hora, se encontró con una gota de agua que se había perdido. La gota le dijo:
-Hola niño. ¿Qué haces aquí?
-Estoy buscando agua porque en mi poblado se ha acabado. ¿Y tú?
-Yo estoy buscando a mis amigas gotas porque me he perdido. ¿Qué te parece que tú y yo nos juntemos para buscar el agua?
-Me parece muy bien.
Así fue y gracias a la memoria de la gota y el instinto de buscar agua de Mamadou llegaron al lago donde vivía la gota. La gota y Mamadou se pusieron muy contentos. Mamadou cogió agua pero se dio cuenta de que ahora no sabía dónde estaba el poblado. Se despidió de la gota y se puso otra vez en marcha. Pasó una duna y de repente estaba en el poblado. ¡El lago estaba ahí cerca y nadie se había dado cuenta! Mamadou fue corriendo a decírselo a la gente. Desde entonces el poblado siempre ha tenido agua.
RAÚL  SANTILLÁN

La historia de una gota de lluvia.
Os presento a la gota de agua Margarita. Es alta, flaca y con muy poco sentido del humor.
Un día la gota Margarita se evaporó. Las nubes la cogieron e hicieron un largo viaje hasta llegar  a chocar contra las montañas.
-¡Tengo calor! –se quejaba Margarita.
Sus amigas la consolaban: 
-Tranquila Margarita, ya queda poco.
De repente, la nube, por fin, chocó contra la montaña. Todas las gotitas tuvieron que descender por ella hasta llegar al río. En el río se divirtieron mucho porque la corriente les hacia cosquillas.
-¡Ahora llegaremos a la fase de desembocar! –gritaban las gotitas.
 A la gota Margarita no la gustaba desembocar porque  después tenía que ir al mar y no le gustaba nada. El mar está salado y ellas son de agua dulce. Pero ellas no pudieron hacer nada y como siempre llegaron al mar.
Cuando llegase el verano se volverían a evaporar y volvería a empezar toda la vuelta, que es el ciclo del agua.    
LucíaMuñoZ


Las Tres Gotitas


Había una vez, tres gotitas que eran hermanas gemelas. Se llamaban Blip, Blap y Blop. Blip era una gota de agua dulce, Blap era de agua salada y Blop era una gota de agua potable. Ellas vivían en una pequeña ciudad llamada Gotanca.

Sus familiares les informaban de lo que pasaba por el mundo, les decían que todo iba perfectamente, hasta que un día les informaron de que en África todo iba fatal: cada día allí morían casi más de la mitad de niños por no poder beber agua.

Las tres gotas se preocuparon mucho, hasta que Blip la gotita de agua dulce tuvo una idea buenísima.

Blip le dijo a sus hermanas:

-Chicas, tengo una idea ¿por qué no nos separamos y cada uno vamos por un camino para llegar a África?

Blop respondió:

¡Es una idea super buena! Blip ira por el río, Blap por el mar y yo… ¡Yo ire de fuente en fuente!

Las tres gotitas se despidieron y cada una fue por su camino.

Pasaron dos días hasta que las hermanitas se volvieron a ver. Blap era la más miedosa de sus hermanas así que tenía mucho miedo; Blip era la más lista así que se las arregló y llegó a África. Más tarde, llegó Blop. Solo faltaba Blap.

-¿Por qué no llega Blap?

se preocupó Blip.

-No sé, ¡ay madre, no le teníamos que haber dejado sola a Blap!

Es una gotita muy miedosa, ¿y si no llega?

-Confío en ella, ¡llegará! ya lo verás.

Pasó un día más y Blap llegó y se pusieron super contentos.

Se pusieron manos a la obra y ayudaron a todos los niños de África.

La gota de agua dulce Blip, sirvió para que se bañaran,

la de agua potable para que bebieran y la de agua salada sirvió para sacar la sal y poder cocinar con ella.

Hicieron un gran trabajo, y desde aquél día se convirtieron en unos grandes superhéroes.

Cada vez que alguien necesitaba ayuda con el agua… ¡Llamaban a SUPER Blip, SUPER Blap y a SUPER Blop!

KRISTINA
NORA, LA GOTA DE AGUA

Nora era una gota de agua que vivía en una nube con su familia y con sus amigos.
Un día en las clases estuvieron hablando sobre como iba a ser el viaje a la Tierra porque se estaba acercando el otoño.
Todas las gotitas de agua estaban entusiasmadas de cómo iba a ser.
El profesor les explicó que iba a ser un viaje duro.
Una gota llamada Emma le preguntó al profesor que si les podía explicar cómo era la Tierra. El profesor le dijo que no eran todos los lugares iguales, dependería de la parte en la que cayesen, Existen lugares que son auténticos paraísos, otros están llenos de edificios y de coches; unos lugares están limpios, pero en otros lugares…
Nora se quedó con la duda e insistió en que se lo dijera.
El profesor le dijo que las gotas de agua, es decir, nosotras somos imprescindibles para unos seres, los seres humanos que viven gracias a una gran parte de nosotros. Algunas veces cuando nosotros bajamos a la Tierra los humanos nos mezclan con productos químicos y se forma el agua contaminada y pocas de nosotras sobrevivimos. Gran parte de nosotras volvemos a las nubes pero otros formaremos  parte de los seres vivos.
Las compañeras de Nora estaban muy asustadas pero Nora estaba muy entusiasmada porque sabía que iba a ser algo importante para los seres humanos, que iba a ser muy feliz y tener muchos amigos. Pero, sobre todo, lo que más la emocionaba era pensar que algún día volvería con su familia a formar parte de una nube.



EL POZO DE LA VIDA

África era una niña que vivía en Madagascar. Allí veía como sus amigos morían de deshidratación por falta de agua potable.
Ella habló con su profesora, para ver qué podía hacer.
La OCI abre 600 pozos de agua en SomaliaSe puso en contacto con una escuela de Lerma a través de una ONG. Desde el colegio de Lerma conocieron la situación en la que vivían aquellos niños y decidieron ayudarles puesto que ellos podían.
Hicieron varios actos y colectas entre toda la comunidad y con el dinero que se recaudó se financió la construcción de un pozo para dar agua al pueblo de Madagascar. Cuando empezaron los trabajos, la gente se mostraba incrédula, pero al finalizar  y ver brotar el agua, los habitantes de aquel lugar estallaron de alegría.
Los recursos  del pueblo  aumentaron y la calidad de vida mejoró, gracias al agua que les sirvió para vivir y poder producir alimentos
África estuvo  muy agradecida al colegio de Lerma. Desde entonces mantienen contactos con Madagascar y el colegio de Lerma, están orgullosos de haber podido colaborar.
ANDRÉS


VIOLETA Y AÑIL

Érase una vez una gota de agua llamad Violeta. Violeta era una gotita muy brillante, amable y simpática que nació un lunes 12 de junio a la hora del rocío. Cayó sobre una gran rosa blanca que la resguardó hasta que un ratito después cayera en la misma rosa otra gotita. Esta otra gotita se llamaba Añil. Añil también era brillante, amable y simpática, pero además era un poco traviesa.
Violeta y Añil se despidieron de la rosa y se deslizaron hasta llegar a un riachuelo que bajaba por la montaña hasta llegar a un pueblo. En el pueblo vieron un montón de animales: conejos, corzos, ardillas, salamandras, jabalíes…
Una noche mientras Violeta dormía, Añil se levantó y penó en hacerle una broma gorda. Llamó a un cangrejo que estaba dormido en una piedra y le dijo: -Dile a esa gota de agua que es mi amiga que me he muerto.- 


El cangrejo fue donde Violeta y se lo dijo. Ella se plantó delante de Añil muy seria pensando que era una broma pero al ver que su amiga no despertaba, se la saltaron las lágrimas. En ese momento, a Añil se le escapó una risita y entonces Violeta se enfadó con ella, pero sabiendo que Añil era muy, muy traviesa y no podía parar de hacer travesura, la perdonó. 


A la mañana siguiente continuaron su camino por el riachuelo que fue convirtiéndose en un gran río que, además pasaba por una gran ciudad. En la ciudad vieron muchas personas, animales (más bien perros y pájaros), monumentos, casas… etc. El gran río continuó su curso hasta llegar al mar.
Allí Añil y Violeta también vieron animales y se lo pasaron muy bien con los delfines pero su peor momento fue cuando vino un gran tiburón blanco que casi se las come. Lo pasaron fatal pero a pesar de eso, ese ahora era su hogar en el cual vivieron felices hasta que una mañana un fuerte sol las convirtió en vapor de agua y las subió hasta una gran nube que las recibió con los brazos abiertos. En este momento comenzaba una nueva aventura para las dos amigas. 
KAREN


ROB Y TOB

Érase una vez un perro llamado Rob y un pájaro llamado Tob. Estos dos eran muy amigos y además los dos pertenecían a una señora vieja y rica llamada Lucrecia .Un día Lucrecia murió y como no tenía familiares sus pertenencias se subastaron.

A Rob y Tob les compró un señor llamado Lucas. Al principio Lucas era muy majo pero, al cabo de 3 o 4 meses abandonó a Rob y Tob  estos fueron al bosque y allí se perdieron. Encontraron comida, refugio, pero lo que más necesitaban que era el agua no lo encontraron. Se pasaron horas y horas buscando un arroyo, río, charco… hasta que cinco horas de búsqueda la encontraron en un río rebosante y la cogieron
Rob  como era tan listo dijo nada más encontrar la preciada agua: “el agua es a la vida como la sequía a la muerte”.
MIGUEL