Los Valles de Nangijala
Nangijala es un sitio muy
bonito, tiene dos valles, el valle de las cerezas y el valle oscuro. La bandera
de Nangijala es de color roja, azul y verde.
El Valle de las Cerezas tiene muchos habitantes porque
es un lugar muy agradable para vivir. En él la hierba es larga y colorida, la
única raza de caballos es el purasangre, que corre libre por las praderas.
El valle está habitado por
muchos conejos y pájaros carpinteros. Los árboles que más hay son: el chopo, la
encina, el pino, el roble y el arce. Las personas son muy amables y generosas.
Hay tres lagos habitados por peces y reptiles: el pez gato, la serpiente de
agua, la carpa, la lubina y el siluro.
El valle oscuro: es
muy triste, hay mucha niebla, los árboles no tienen hojas, las aldeas están muy
poco pobladas porque no hay libertad y nadie está contento .Lo bueno de este
valle es que tiene una colina, “La
Colina de la
Felicidad ” donde hay un dragón que defiende a los esclavos y
mete a los malos en una roca llamada la roca de la vergüenza ajena.
Las casas
del valle Oscuro están medio hundidas y hace mucho frío. Vive el lobo de tres
ojos, que es de color negro y rojo que tiene atemorizada a la población. El
único pájaro que hay es el buitre leonado. La temperatura es muy desagradable
porque siempre está lloviendo y la niebla no permite nunca ver el sol. FIN
RAÚL SZABADI
LA RUTA DEL CARES
Empezando la ruta del Cares desde Poncebos vemos
todo el terreno montañoso. Partiendo desde el valle, lo primero que encontramos
es una fuerte subida por las sendas sin nada de vegetación y en la que vemos
cabras pastando. Cuando llegamos arriba vemos los picos montañosos cubiertos de
vegetación y monte bajo. A nuestra izquierda hay un cañón cruzado por un río
pequeño que serpentea para abrirse camino.
Desde esa posición avanza una pequeña senda en la
ladera. A nuestra izquierda hay un profundo precipicio en el que se ve tierra y
piedras que se han deslizado. Más adelante vemos una pequeña cascada que
aparece entre la vegetación de la montaña y pasamos a la otra ladera por un
puente. Entre los picos que vemos se
encuentra Naranjo de Bulnes con sus
paredes rectas sin vegetación. En el camino vemos excrementos de lobo y algún
que otro ave rapaz.
La última parte del camino lo hacemos acompañados
de un canal de agua pasando por la roca hacia el pueblo de Caín. Al final del
trayecto pasamos por un túnel escavado en la roca junto al río y vemos como el
agua ha hecho su cauce a lo largo del tiempo entre las rocas. Justo al pasar
una curva vemos un valle muy verde y las casas de Caín.
RAÚL REVILLA
LA RUTA DEL CARES
Empezando la ruta del Cares desde Poncebos vemos
todo el terreno montañoso. Partiendo desde el valle, lo primero que encontramos
es una fuerte subida por las sendas sin nada de vegetación y en la que vemos
cabras pastando. Cuando llegamos arriba vemos los picos montañosos cubiertos de
vegetación y monte bajo. A nuestra izquierda hay un cañón cruzado por un río
pequeño que serpentea para abrirse camino.
Desde esa posición avanza una pequeña senda en la
ladera. A nuestra izquierda hay un profundo precipicio en el que se ve tierra y
piedras que se han deslizado. Más adelante vemos una pequeña cascada que
aparece entre la vegetación de la montaña y pasamos a la otra ladera por un
puente. Entre los picos que vemos se
encuentra Naranjo de Bulnes con sus
paredes rectas sin vegetación. En el camino vemos excrementos de lobo y algún
que otro ave rapaz.
La última parte del camino lo hacemos acompañados
de un canal de agua pasando por la roca hacia el pueblo de Caín. Al final del
trayecto pasamos por un túnel escavado en la roca junto al río y vemos como el
agua ha hecho su cauce a lo largo del tiempo entre las rocas. Justo al pasar
una curva vemos un valle muy verde y las casas de Caín.
RAÚL REVILLA
El paisaje ideal
El paisaje ideal es aquel que tiene
un río largo y estrecho con un agua cristalina donde se ven algunos peces
pequeños y rápidos. También se pueden encontrar algunas rocas de colores
vistosos como el verde o el naranja.
A los lados del río hay árboles
grandes y arbustos pequeños. Los árboles son marrones porque sus hojas marrones
y amarillentas están en el suelo.
Al fondo se ven unas montañas de
diferentes alturas. Las montañas más altas tienen la cumbre nevada destacando
su color blanco reluciente. Las montañas más pequeñas tienen un color verde
fuerte.
La pradera de al lado tiene unos
pastos muy verdosos y sabrosos para los animales herbívoros que viven en este
paisaje ideal.
Un Paisaje De Ensueño
Es precioso,
desde lejos se puede apreciar como los conejitos saltan alegres de un lado para
el otro.
Una verde
pradera atravesada por un cristalino riachuelo donde los pequeños pececillos
viven en paz y tranquilos.
A la derecha
se levantan unas altas, frías y blancas montañas, a la izquierda una pequeña
playa cálida y acogedora donde la gente toma el sol feliz.
Por un lado
el sol resplandeciente brilla dando calor y por el otro unas blancas y suaves
nubes sueltan delicados copos de nieve que cubren la montaña de pequeños y
húmedos cristales.
A lo lejos la
chopera que bordea la curva del río, da al paisaje un precioso tono otoñal.
En un extremo
de la maravillosa pradera se ve un pequeño pueblo de casas rústicas. Al lado
del pueblo hay unos prados vallados donde crece el forraje para las apacibles
vacas que come la fresca y jugosa hierba que nace del suelo.
Es un lugar
extraño porque se puede ver a la gente tomando el sol y a la vez las nevadas
cumbres de las montañas.
SOFÍA
DESDE MI VENTANA
Desde la ventana de
mi habitación se ven las grandes colinas sembradas de extensos campos de
cereal. Un poco más hacia el oeste, puedo ver la antigua
estación de tren de Lerma y un poco más
allá, se ve la increíble silueta del Silo y detrás se ve el nuevo Silo. Si miras un poco más a la derecha verás el pequeño pueblo de Santa Cecilia, que
hace poco ha celebrado sus fiestas patronales.
Luego está la inmensa
chopera al lado de la carretera de Tordomar. A lo lejos hay colinas verdes con
arbustos y árboles florecidos. Al lado de Santa Cecilia se ve la famosa Ermita
de Manciles.
Desde mi ventana
también se contempla el cementerio de Lerma. Mirando más abajo también se ven
las huertas de verduras y hortalizas de algunos señores.
Detrás del inmenso
paisaje, también se sitúa la autovía que comunica Lerma con Burgos, por donde pasan bastantes coches.
La luz que se ve
parece un gran foco que ilumina todas las cosas que se ven en el paisaje, y las
nubes hacen graciosas formas con las sombras.
MENCÍA
DESCRIPCIÓN DE UN LUGAR MONTAÑOSO.
Los
rayos del sol brillaban y a lo lejos había un paisaje precioso. Era un paisaje montañoso. Tenía un lago y el agua caía desde la montaña. Era un lago muy grande y el agua
cristalina estaba limpísima.
Los picos de la montaña estaban cubiertos de nieve.
Había
muchos árboles y arbustos. Casi toda la montaña estaba llena
de pinos y otras especies de árboles. Los pinos eran enormes y los arbustos eran pequeños y cubrían casi todo el suelo.
Montaña abajo había un albergue. Era grande y espacioso. Desde
el albergue se podía ver el gran lago y las gigantescas montañas.
Al
lado del albergue había otra casita con trineos y colchonetas.
Cada
día iban dos familias a la montaña y jugaban con los trineos y colchonetas. Se
lo pasaban genial.
NAROA