Hola chicos/as,
Con motivo de la celebración de la festividad de Halloween, algunos/as compañeros/as nos han dejado por escrito sus escalofriantes historias de mieeeeedoo...
Espero que las disfrutéis mucho.
LA MANSIÓN DE CAROLINA por Sara López
Hace mucho
tiempo en la
ciudad de Luemburgo
, se construyó
una mansión sobre un cementerio. Según cuenta la gente, su
dueña Carolina, murió
de forma violenta
a los tres
días de mudarse allí.
Pasados 30
años, una jovencita encantadora
llamada Catrina se mudó
casualmente a la
mansión de Carolina.
Ella no creía en esos rumores que
la gente contaba, por eso,
decidió trasladarse allí.
Nada
más llegar, dejó
enamorados a dos
jóvenes de la zona que competían
por su amor.
Eran Carlos y
Ramón; aunque ella, solo
se fijó en el segundo. Carlos, furioso,
hizo todo lo posible para separar a la pareja y por eso, cuando Catrina invitaba
a Ramón a
su mansión, Carlos
aprovechaba los rumores
de esa antigua
leyenda para gastar
bromas pesadas a
su odiado competidor. Esas bromas
llegaron a desagradar
tanto a Ramón,
que éste juró no
volver nunca a pisar esa
mansión ni a
ver más a esa
chica.
Después de
un mes, Carlos, satisfecho de haber conseguido que
Ramón desapareciese de su entorno, se
casó con Catrina.
Pero aunque
penséis que vivieron
felices para siempre,
se dice que
Carlos veía imágenes
espantosas por los
pasillos.
¿Será que
Ramón se enteró
de su jugarreta y
volvió para darle
una lección?, ¿o tal vez la
mansión estaba encantada
de verdad ?
Eso siempre
quedará en un
inquietante misterio…
FIN
LAS FRANKESTINAS por Lydia Temiño
Era plena
noche de Halloween y la calle estaba llena de casas decoradas con sangre,
calabazas, velas, telas de araña ...
Todos los niños estaban disfrazados de personajes terroríficos
e iban pidiendo chuches por todas las casas. Mientras, en la plaza se celebraba una gran fiesta…
Un grupo de chicas de 16 años, disfrazadas de Frankestein (por
eso les llamaban “Las Frankestinas”), pretendían ir al cementerio, despertar a
las almas de los muertos y llevarlas a la fiesta para hacerla más divertida.
De camino al cementerio, se encontraron con Celia, una chica
de su edad que les preguntó:
-
Chicas, ¿me
dejarías formar parte del grupo?
Elisa, la líder de “las Frankestinas” le respondió:
-
No, ya no hay sitio
libre, Rebeca ocupó la última plaza.
Muy enfadada, Celia, se fue de allí y se dirigió donde las
demás chicas que al igual que ella habían sido rechazadas por aquel grupo.
-
Chicas, vamos a
formar un grupo para fastidiar a “las Frankestinas” y nos llamaremos “las
Cazafantasmas”. –Sugirió Celia.
Todas aceptaron la propuesta de la joven y empezaron a pensar
un plan. Ya tenían todo el material necesario: unas semillas “crecientes”.
Con la luz de la luna, las semillas pronto empezaron a crecer
y a rodear por completo todo el cementerio, de forma que era imposible entrar
en él.
-
¡Buen trabajo
chicas! -. felicitó Celia mientras se escondía con el grupo tras unos pinos que
había al lado de aquel lugar tan siniestro.
Cuando llegaron “las Frankestinas,” se
llevaron un gran susto al ver todo el cementerio cubierto de ramas. Se había
fastidiado su plan. En ese momento, Celia y sus amigas salieron del escondite y
burlándose de ellas, les lanzaron unas semillas a sus pies. Estas no tardaron
en crecer y atrapar con sus ramas a las “Frankestinas”.
Celia dijo entonces:
-
Por no querer que
nosotras formáramos parte de vuestro grupo, pasaréis la noche de Halloween
atrapadas entre esa espesa vegetación. Cuando salga el sol, el hechizo se deshará
y podréis volver a vuestras casas.
Dicho esto, Celia y sus amigas volvieron a la plaza y pasaron
una divertidísima noche de Halloween.
FIN