VISITANDO A LA ABUELA
Una mañana Nuria y
Jimena fueron a visitar a su abuela. Llamaron al timbre y la abuela les
abrió. Le traían unos bombones. Nuria dijo:
-Abuela
esto es para ti porque no te hemos visto desde que nos fuimos de vacaciones.
La
abuela les dio un beso a cada una y les dijo:
-Sí,
yo también os he traído algo de Francia.
-¿Qué es? ¿Qué es? Dijeron las dos con una sonrisa
de oreja a oreja.
La
abuela les hizo entrar a la sala de estar. Y se lo dio.
-Abuela,
muchas gracias. Dijo Jimena.
-Te
quiero mucho, abuela. Dijo Nuria.
Pasaron
las horas y llegó la noche. Esa noche había cena familiar. Las niñas estaban jugando
cuando, de repente, gritó la abuela:
-¡A cenar! ¡A cenar!
Los
niños fueron rapidísimo. Estaban hambrientos y dijeron.
-¿Podemos
empezar a comer?
La
abuela les dijo:
-Claro
que sí, mis niños, comed todo lo que queráis.
Los
niños ya estaban llenos. Se tumbaron en el sofá pero Nuria puso música sin que
nadie se enterara y dijo:
-Venga, chicos, ¡BAILAD!
Estuvieron
bailando y luego se fueron a por un helado. Se le estuvieron comiendo mientras
los padres hablaban y paseaban a la vez. La abuela no fue y Nuria tampoco porque, como dice la abuela:
-Ya
estoy vieja para caminar…
Nuria se quedó porque le dolía la tripa. Luego
volvieron a casa de la abuela y Nuria estaba como un tronco de dormida. Después
se estuvieron despidiendo y Jimena dijo a la abuela:
-Abuela,
cuídate.
Y le dio un beso
muy fuerte en la mejilla. Cuando todos se fueron a su casa, la abuela se quedó
dormida en el sofá.
MENCÍA ROMÁN