lunes, 4 de noviembre de 2013

RELATOS DE CIENCIA FICCIÓN


UNA HISTORIA INOLVIDABLE


          Os voy a contar una historia que me pasó hace algún tiempo y que no podré olvidar nunca:


          Hace unos años me ofrecí voluntaria para una investigación que conllevaba viajar a la luna. El viaje se haría con todo tipo de garantías. Duraría dos meses.


          Emprendimos el viaje. Todo salió como estaba previsto. Cuando llegamos a la luna decidimos descansar. Al despertar comenzamos a trabajar en nuestro proyecto saliendo al exterior para coger muestras.
          Un día al regresar de una expedición observamos que faltaban dos compañeros y salimos a buscarlos. Alicia y yo descubrimos un agujer4o que se abría y cerraba continuamente y nos introdujimos en el. Al llegar al fondo nos quedamos alucinadas por la belleza de aquel lugar, habitado por unos bichos babeantes que emitían unos raros sonidos. En unas cámaras de cristal transparente se encontraban José y Raúl, nuestros compañeros desaparecidos, conectados a unos tubos que llegaban hasta una especie de depósito gigantesco.

          De repente nos caímos por unos hoyos armando tanto ruido que nos descubrieron, nos metieron en una habitación y nos encerraron. Al cabo de un buen rato nos cogieron y llevaron hasta una sala donde había una gran mesa llena de comida de nuestro planeta (algo sorprendente). Alicia y yo nos sentamos en unas sillas flotantes. Un ser extraño con casco y capa nos indicó que podíamos comer lo que quisiéramos. Cuando acabamos vinieron José y Raúl. Nos contaron todo lo que les había pasado y que esos bichos llamados matroscomspisoms eran muy amigables y que estaban mucho más avanzados en la tecnología.
          Tenían razón, los matros me cayeron muy bien, pero llegó la hora de marcharse. Con mucha pena regresamos a la Tierra. Pensando que llevaba mucho tiempo fuera, nos sorprendió que solo habíamos estado dos semanas en la luna.
SOFÍA ROJO



UN ROBOT MUY ESPECIAL

               Érase una vez, una niña que se llamaba Lourdes y su hermano Daniel que se fueron al campo y encontraron un robot  en el que ponía : " robot 3.800 ". Decidieron llevárselo a casa y empezaron a usarlo. Resultó que servía para: aspirar, barrer, hacer la cama y ordenar la casa. Cuando llegaron Vanesa y Jose, sus padres, dijeron que qué era eso. Lourdes y Daniel se lo explicaron. Vanesa se alegró mucho, pero Jose  le dijo que era un estorbo más en casa .
 Vanesa se fue al trabajo y Jose tenía que hacer las labores de casa. Entonces se dio cuenta de que  el robot 3.800 sí que hacía falta. Se lo dijo a Sara, Daniel y a Vanesa. Y al estar todos de acuerdo se lo quedaron.
               Después de 1 año el robot creó vida y fue a por la familia.  Estaban todos en la cama. Lourdes se levantó y no hizo ruido. El robot no vio que bajaba, pero Lourdes sí que le vio y empezó a gritar. Se fue a la habitación de sus padres porque tenía mucho miedo. Sus padres le dijeron que se fuese a su habitación a dormir, que si no, iba a despertar a su hermano.     
Se despertó Daniel y su madre dijo que guardaran silencio, que iban a bajar todos juntos. Su madre que era la primera, lo vio y les dijo que no bajaran más, que quería ir ella sola. Cogió un alicate y cortó un cable de los controles, que estaban destapados. El robot dejó de funcionar y lo enterraron en el campo, en el mismo lugar donde lo encontraron.

Pero todo esto fue una pesadilla que tuvo Lourdes después de ver una película de miedo esa

misma noche .

LOURDES VITORES

VIAJE A PLUTÓN
       En el 2054 la Tierra estaba sobrecargada de personas. Por esa razón el inventor Andrés Puentes diseñó una máquina para crear oxígeno y otra para fabricar y potabilizar el agua, para irse a vivir a Plutón.
Primero empezó construyendo una máquina espacial. Metió tanta comida que llenó la mitad de la nave. Después introdujo 2 máquinas de oxígeno y otras 2 de agua . Por último, metió sus cajas de herramientas.
Un año después se puso rumbo a Plutón. A mitad del camino se le hizo un boquete en la nave y tardó 3 meses en arreglarlo, en los que consumió 2/3 del alimento.
Una vez en Plutón diseñó una máquina capaz de transformar el polvo en alimento.
Como se veía solo decidió construir casas que más tarde vendería.
Más tarde viajó a la Tierra para vender las casas y sus inventos.

Cinco años después, Plutón acabó siendo como la Tierra pero a tamaño de la Luna. En el 2087 el inventor Andrés Puentes falleció.

Este es el modelo de la nave que Andrés Puentes diseñó. Los dos tubos pequeños fue donde guardaba la comida. La nave central es donde guardaba las máquinas de oxígeno. La nave grande de atrás es donde se le hizo el boquete. La nave de atrás también es donde se situaban los cinco motores y el depósito de 1.000 litros de gasolina.  



Esto es la finalización del modelo de la nave espacial en la que Andrés Puentes viajó a Plutón y más tarde volvió a la Tierra sano y salvo, con los inventos de la máquina de oxígeno,  la máquina de agua y la máquina de alimento.



                                        


   ANDRÉS PUENTES                   



 "EL PLANETA DE LOS NIÑOS"
Estábamos mis amigas y yo hablando de nuestras aventuras. Cuando fue mi turno conté que yo un día estaba enfadada porque no me gustaba mi casa. Entonces se me apareció una marciana que me dijo que habían inventado un planeta para los niños a los que no les gustaba su casa.
Sus amigas no se lo creían, porque a ellas no las gustaba su casa y no se las había aparecido ninguna marciana. De repente se nos apareció la misma marciana que se  me había aparecido a mí. Mis amigas se quedaron boquiabiertas. La marciana las preguntó que si querían ir al planeta,  dijeron en coro: SÍ, SI, SI.
La  marciana  nos   llevó  en  su  platillo  volante.

Cuando  llegamos vimos muchos niños. Ese  planeta era solo de niños por eso se llamaba el planeta de los niños.
Cuando las niñas vieron al planeta me pidieron perdón por no haberme creído. Yo las perdoné.
Mis amigas y yo nos quedamos allí jugando con otros niños hasta muy tarde.
Al final, todos los niños y niñas que estaban  en el planeta se quedaron dormidos y los marcianos y marcianas les llevaron a todos a sus casas.
A la mañana siguiente amanecimos en nuestra casa, a la cual cogimos mucho gusto, después de haber vivido aquella experiencia en el otro planeta, donde las casas no eran un verdadero hogar.
HENAR CAMINERO

 ALIENÍGENA

           Todo ocurría en un planeta muy lejano, que todavía no tenía nombre. Había una niña alienígena que soñaba con tener muchos animales sobretodo tener muchos gatos. La niña se llamaba María era alta, tenía dos brazos  y tres piernas, el pelo corto y liso era muy guapa. María era la hija del Rey
Ese planeta se encuentra en la galaxia 51. Ese planeta me gusta mucho porque es muy solitario y caen cascadas de las nubes. Ese planeta es el mío.
Un día estaba haciendo fotos a un pájaro con cola de gato, boca de león y patas de caballo. Cuando me fui a dar un paseo me encontré una nave  me monte y di botones y me llevo a un lugar muy raro con nieve, pingüinos y mucho hielo no me gustaba ese sitio, hacía mucho frio, entonces me monte en la nave y volví a dar botones y me llevo a un sitio muy raro con agua, arena y una cosa muy rara marón y verde en ese sitio había mucha gente hacía mucho calor no me gustaba ese sitio, me monte en la nave y volví a dar botones, llega a un sitio que ya conocía, era mi planeta me quede pensando y me olvidaba de algo, pero no sabía del que, hasta que fui a dar de comer a mi gata Lupita y no estaba, me la olvide en el sitio raro donde hacía mucho frio y había pingüinos. Me monte en la nave y di botones, me llevaba a todos los sitios menos donde estaba mi gatita lipata, yo le llamaba pero él no me respondía, me puse a llorar muy preocupada por Lupita mis lágrimas moradas caían al suelo y parare de magia Lupita apareció. Me alegré mucho. Al cabo de dos días Lupita tuvo gatitos y gatitas algunos gatitos eran marrones otros morado azules  rojos  y naranja. Me les quede todos, me lo pase muy bien jugando con ellos.
MARÍA RODRIGUES

UN SUEÑO INCREIBLE

Un viernes por la mañana mi madre me  despertó para ir al colegio, cuando vino el autobús se empezó a mover y empezó a volar, en veinte segundos llegamos al colegio.

Dentro del colegio noté algo raro en mí, miré a mi alrededor y todos tenían poderes. En clase de  conocimiento todos se metían conmigo. De repente me enfadé con Yordan, le pegué un puñetazo y salió disparado por la ventana, algunos de los poderes de clase eran: Laín crecía hasta medir 20 metros, Pablo se multiplicaba y Raúl Revilla lanzaba rayos laser por los ojos….

Cuando llegué a casa a contárselo a mi padre resulta que él tenía el mismo poder que yo, mi madre volaba y mi hermano estiraba cualquier parte de su cuerpo. Por la tarde salí a jugar con
Pablo y Laín ellos eligieron jugar al escondite, a medio juego pasó  una luz roja y me rasgó la camiseta, antes de girarme ya sabía que era Raúl, tenía unas gafas muy raras. Después de media hora se empezó a nublar vi que era Álvaro con su poder, después empecé a ver todo negro intentaba usar mi super poder luego vi que estaba en la cama y que todo era un sueño.
 JAVIER ANTÓN


      AVENTURA EN EL COLEGIO


Pablo desayunaba en su nube favorita. Pablo gracias a un spray especial que había conseguido en un laboratorio. Con el spray de nubes hizo una casa en el cielo.
Eran las nueve menos cuarto  y llamaron al timbre era su amigo Javier que le había ido a buscar en su bonita tabla de snowboard voladora. 
Los dos pusieron rumbo al colegio.

Por el camino se encontraron con  Laín  que iba montado en su bugatti veyron sport volador. Álvaro se adelantó con sus súper patines. Javier, Pablo y Laín se picaron y entre los tres comenzó una carrera.

Al llegar al colegio había ganado Álvaro pues Laín había pillado un atascó. Javier y Pablo se habían pegado la leche monumental.

Pablo se dio cuenta que se le había olvidado la mochila en casa, pero sacó su Iphone 64 y pulsó un botón y apareció la mochila en su espalda.

En el patio Andrés sacó su balón y ayudó a Alex a meter el gol del siglo y a Alejandro la parada de la temporada gracias al mando que controlaba Iker desde la portería.

Al salir se quejaban de la tarea que les había mandado Kuka el robot y por eso cogieron su robot se pusieron a ver la televisión y después de media hora ya tenían la tarea hecha. 


PABLO GUTIÉRREZ