LA CASA MISTERIOSA
Era una
noche oscura de Halloween y unas niñas estaban pidiendo chuches por las casas.
En una casa llamaron a la puerta y una anciana abrió. Las niñas pensaban que
era un poco rara. Las daba un poco de miedo, pero pensaron que solo era una
anciana.
La anciana las dijo que entraran, cuando ya estaban dentro, la puerta
se cerró tras ellas y ellas al oír el ruido se asustaron y se dieron la vuelta.
Así era, se había cerrado sola. Al darse la vuelta otra vez para que la anciana
las diera las chuches se dieron cuenta de que la anciana ya no estaba, que
había desaparecido, estaban todas muy asustadas, algunas se pusieron a llorar.
Entraron
al salón para intentar salir por la ventana, pero se asustaron aún más cuando
vieron que había murciélagos que parecían de verdad, que había cuadros que
daban miedo… Como por la ventana no podían salir porque estaba la persiana bajada y no se atrevían a subirla
por si venia la anciana. De repente entró la anciana por la puerta del salón y
las niñas la preguntaron que por qué la puerta se cerraba sola, por qué ella había
desaparecido y por qué la casa daba miedo.
La anciana las dijo que la puerta se
cerraba sola porque estaba estropeada, que ella no había desaparecido que solo
había ido a la cocina a por las chuches y que la casa estaba adornada porque
era Halloween. Así que la anciana las dio las chuches a las niñas y se
marcharon para poder seguir pidiendo de casa en casa chuches y riéndose
por la aventura que habían pasado.
NATALIA ELENA
Una vez, un niño y sus amigos estuvieron pidiendo chuches por todas las casas que veían, entonces vieron una casa que daba muchísimo miedo y se metieron a investigar por mucho miedo que diese la casa. Al entrar al patio no vieron ningún adorno de Halloween. Frente a la puerta no vieron timbre, entonces llamaron a la puerta y como no estaba cerrada se abrió sola. Entraron en la casa y al dar cuatro pasos ya estaban rodeados por un zombie, un vampiro, una bruja, una momia, un fantasma y un esqueleto, no sabían que hacer pero en ese mismo instante vieron cosas que podrían servirles para derrotar a todos esos monstruos, se colaron entre el fantasma y el esqueleto, todos menos un niño al que atrapó el vampiro antes de que pudiese escapar.

Los demás también dieron a los monstruos
con sus objetos y también sonó metálico, se dieron todos cuenta de que eran de
metal y salieron a la calle.
En la calle vieron un zombie. Uno de los
niños fue a preguntar quién era, en cuanto el zombie le vio le agarró de la cabeza y le
hizo desaparecer. En ese momento se dieron todos cuenta de
que era un zombie de verdad y que su amigo se había vuelto a aparecer convertido en zombie.
De repente apareció un señor con barba y al
darse cuenta de que uno de los niños se había convertido en zombie, les dijo
que todos los muertos que había por la ciudad volverían a ser humanos a las 12
en punto.
Los niños miraron el reloj y vieron que
eran las doce menos diez y para despistar a los zombies empezaron a dar vueltas
por todo el pueblo para distraerles hasta que llegaran las doce y se volvieran
a convertir en humanos.
A las doce menos un minuto aquellos dos
zombies arrinconaron a los niños y agarraron la cabeza de dos de ellos y cuando
sus dientes estaban a un milímetro de sus cabezas dieron las doce en punto y
volvieron a convertirse en humanos.
Mientras estaban subiendo a la plaza del pueblo
vieron a un grupo de fantasmas en dirección al cementerio y se dieron cuenta de
que iban a sus tumbas porque ya habían pasado las doce.
Entonces los niños aprendieron que tenían
que tener cuidado durante todas la noches y especialmente durante la noche de
Halloween.
ALVARO GARCÍA
Hace poco tiempo el jueves 31
de noviembre de 2.013, ocurrió algo terrible. Cuando dos niños y dos niñas fueron
a pedir truco o trato por las casas, un señor muy extraño salió de la casa y
dijo a los niños que no deberían andar por esos barrios, pues se decía que una
de esas casas estaba encantada.

SARA LÓPEZ
PESADILLA EN HALLOWEEN
Era el día de Halloween estaba pidiendo chuches con mis amigos
y vi muchas sombras al fondo de la calle, pensamos que era un grupo de niños y nos fuimos.
Después de un rato volvimos a mirar y todavía estaban, entonces nos empezamos a asustar y nos fuimos.

Me explicó que el otro
grito era de otro chico que le habían pillado. Después de un rato decidimos
irnos corrimos muy rápido pero nos vieron por error, fuimos por sitios
diferentes, me di la vuelta y vi como le rodeaban y desaparecía. Giré una
esquina y estaban allí, delante mío, me fui corriendo pero siempre aparecían
delante mío, les perdí de vista y pensé que ya se había acabado todo, cansado me
senté en un banco y de repente me rodearon, en ese momento me rodearon me
desperté…
¡....Y TODO HABÍA SIDO UN SUEÑO!
ANDRÉS ELENA
EL BOSQUE ENCANTADO
Una
noche de Halloween, mis amigos y yo nos disfrazamos y decidimos ir al bosque.
Todo estaba muy oscuro y casi no nos veíamos unos a otros. De repente, oímos un
aullido y nos quedamos aterrorizados porque en ese bosque habían pasado cosas muy raras. Y dicen que estaba encantado. Seguimos andando y vimos unas
luces rojas que se movían en círculos.
Cuando nos acercamos, vimos que eran los
mayores que tenían una caseta. Al acercarnos pensamos en darles un susto pero
lo que vimos eran hombres lobo que nos iban a atacar.
Entonces
empezamos a correr para avisar a los padres. Cuando empezamos a llegar para avisarles
oímos unas risas detrás de nosotros y eran los mayores que estaban disfrazados.
¡Nos
habían engañado!
ALEJANDRO ÁLVAREZ
¡Menudo susto en Halloween!
Un día,
mientras jugaba en la plaza de mi pueblo, vi algo extraño. No sé de lo que se trataba pero, de repente, unos sonidos
espeluznantes retumbaban, los murciélagos salieron y la noche se hacía cada vez
más oscura. Eso hizo que, además de tener miedo, me pusiera a investigar.
Fui
siguiendo, sigilosamente, a la sombra que me encontré. Se fue hacía los huertos
donde entró y se comió dieciocho tomates y veinte lechugas. Después de seguirle
por todos los huertos, descubrí que no solo era una sombra, sino que era un
fantasma que se veía, así que no sabía
si era de verdad.
Le seguí hacía las cuadras de los caballos e hizo que
se pusieran nerviosos y alborotados. Temí que se escaparan y que el dueño
saliera y se enfadara conmigo. Al caminar por las hojas crujientes hice un ruido y el
fantasma me vio. Le intente quitar la capa blanca y vi que era… ¡Mi primo Noé!
Me sorprendí y él también y siendo Halloween
se había buscado un buen disfraz y yo también, de bruja. Ese día fue
espeluznante y divertidísimo.
SANDRA ABAD
EN EL CEMENTERIO
Ya solo quedaban unas horas para Halloween. Todos los niños y niñas
estaban preparados con sus disfraces y sus caramelos.
Cuando llegó la noche todos salieron de sus casas. Unos iban de vampiros,
otros de la muerte, también iban de zombies. Un grupo de amigos después de ir
casa por casa, decidieron ir a cementerio y allí contarse historias de miedo.
Cuando estaban todos sentados en el suelo oyeron pisadas y murmullos.
Todos los amigos se miraron con cara de miedo pero aun así decidieron quedarse.
Más tarde vieron sombras y sangre desparramada por el suelo. Entonces se
fueron corriendo pero la puerta estaba cerrada y decidieron saltarse la valla.
Miraron hacia atrás y vieron a sus hermanos mayores partiéndose de risa.
ALEXIS RIÁDIGOS