jueves, 14 de noviembre de 2013

HISTORIAS SOBRE HALLOWEEN


LA CASA MISTERIOSA
Era una noche oscura de Halloween y unas niñas estaban pidiendo chuches por las casas. En una casa llamaron a la puerta y una anciana abrió. Las niñas pensaban que era un poco rara. Las daba un poco de miedo, pero pensaron que solo era una anciana.
La anciana las dijo que entraran, cuando ya estaban dentro, la puerta se cerró tras ellas y ellas al oír el ruido se asustaron y se dieron la vuelta. Así era, se había cerrado sola. Al darse la vuelta otra vez para que la anciana las diera las chuches se dieron cuenta de que la anciana ya no estaba, que había desaparecido, estaban todas muy asustadas, algunas se pusieron a llorar.
Entraron al salón para intentar salir por la ventana, pero se asustaron aún más cuando vieron que había murciélagos que parecían de verdad, que había cuadros que daban miedo… Como por la ventana no podían salir porque estaba la  persiana bajada y no se atrevían a subirla por si venia la anciana. De repente entró la anciana por la puerta del salón y las niñas la preguntaron que por qué la puerta se cerraba sola, por qué ella había desaparecido y por qué la casa daba miedo.
La anciana las dijo que la puerta se cerraba sola porque estaba estropeada, que ella no había desaparecido que solo había ido a la cocina a por las chuches y que la casa estaba adornada porque era Halloween. Así que la anciana las dio las chuches a las niñas y se marcharon para poder seguir pidiendo de casa en casa  chuches y riéndose por la aventura que habían pasado.
NATALIA ELENA
 


LA NOCHE DE LOS MUERTOS RENACIENTES

Una vez, un niño y sus amigos estuvieron pidiendo chuches por todas las casas que veían, entonces vieron una casa que daba muchísimo miedo y se metieron a investigar por mucho miedo que diese la casa. Al entrar al patio no vieron ningún adorno de Halloween. Frente a la puerta no vieron timbre, entonces llamaron a la puerta y como no estaba cerrada se abrió sola. Entraron en la casa y al dar cuatro pasos ya estaban rodeados por un zombie, un vampiro, una bruja, una momia, un fantasma y un esqueleto, no sabían que hacer pero en ese mismo instante vieron cosas que podrían servirles para derrotar a todos esos monstruos, se colaron entre el fantasma y el esqueleto, todos menos un niño al que atrapó el vampiro antes de que pudiese escapar.
Había muchas cosas: Una bola de petanca, un palo de golf, una aspiradora, un tablón de madera… El que cogió la aspiradora fue a atrapar al fantasma y al aspirarle todos las demás monstruos fueron a atacar a aquel niño y al ver que su amigo estaba en peligro todos los demás niños menos una fueron a proteger a su amigo, el que se quedó era el que tenía la bola de petanca, se la lanzó al vampiro antes de que le chupase la sangre a su amigo, pero al darle sonó metálico y se dio cuenta de que era un robot.

Los demás también dieron a los monstruos con sus objetos y también sonó metálico, se dieron todos cuenta de que eran de metal y salieron a la calle.
En la calle vieron un zombie. Uno de los niños fue a preguntar quién era, en cuanto el zombie le vio le agarró de la cabeza y le hizo desaparecer. En ese momento se dieron todos cuenta de que era un zombie de verdad y que su amigo se había vuelto a aparecer convertido en zombie.
De repente apareció un señor con barba y al darse cuenta de que uno de los niños se había convertido en zombie, les dijo que todos los muertos que había por la ciudad volverían a ser humanos a las 12 en punto.
Los niños miraron el reloj y vieron que eran las doce menos diez y para despistar a los zombies empezaron a dar vueltas por todo el pueblo para distraerles hasta que llegaran las doce y se volvieran a convertir en humanos.
A las doce menos un minuto aquellos dos zombies arrinconaron a los niños y agarraron la cabeza de dos de ellos y cuando sus dientes estaban a un milímetro de sus cabezas dieron las doce en punto y volvieron a convertirse en humanos.
Mientras estaban subiendo a la plaza del pueblo vieron a un grupo de fantasmas en dirección al cementerio y se dieron cuenta de que iban a sus tumbas porque ya habían pasado las doce.
Entonces los niños aprendieron que tenían que tener cuidado durante todas la noches y especialmente durante la noche de Halloween.
ALVARO GARCÍA
 


La Casa Encantada
Hace poco tiempo el jueves 31 de noviembre de 2.013, ocurrió algo terrible. Cuando dos niños y dos niñas fueron a pedir truco o trato por las casas, un señor muy extraño salió de la casa y dijo a los niños que no deberían andar por esos barrios, pues se decía que una de esas casas estaba encantada.
Los amigos no hicieron caso del  aviso de ese hombre y continuaron pidiendo caramelos por el barrio, hasta que llegaron a una casa muy rara, solo en esa casa caían relámpagos y se sentía una presencia extraña a su alrededor. Los niños llamaron al timbre, pero nadie contestó. Cuando decidieron irse, porque nadie contestaba, se abrió la puerta y cuando los amigos fueron a pedir caramelos de nuevo nadie estaba tras la puerta así qué decidieron entrar ellos mismos. Nada más entrar la puerta se cerró de golpe y unos candelabros empezaron a flotar y una sombra oscura se acercó a ellos. Al final la casa encantada era su casa muy adornada y la sombra eran sus padres muy enfadados que querían darles una lección por  haber vuelto más tarde de las nueve.  Y os preguntareis quién era el señor extraño que les dijo que no fueran por ese barrio, era el tío Pepe que también quería darles una lección por haberle escondido la dentadura postiza.
SARA LÓPEZ



PESADILLA EN HALLOWEEN

Era el día de Halloween estaba pidiendo chuches con mis amigos y vi muchas sombras al fondo de la calle, pensamos que era un grupo de niños y nos fuimos. Después de un rato volvimos a mirar y todavía estaban, entonces nos empezamos a asustar y nos fuimos.

 Después de correr un buen rato llegó un punto en el que nos cansamos mucho y decidimos escondernos, cada uno quería ir a un sitio a sí que nos separamos, ya sabíamos dónde nos íbamos a esconder todos, lo dijimos por si acaso necesitábamos ayuda .De repente oí un grito, sonaba muy cerca, decidí irme, porque igual me pillaban, me fui a otro sitio y pensé de quien había sido el grito y oí una voz que sonaba muy bajita… ¡Tú, ven! Me di la vuelta y era mi amigo.

 Me explicó que el otro grito era de otro chico que le habían pillado. Después de un rato decidimos irnos corrimos muy rápido pero nos vieron por error, fuimos por sitios diferentes, me di la vuelta y vi como le rodeaban y desaparecía. Giré una esquina y estaban allí, delante mío, me fui corriendo pero siempre aparecían delante mío, les perdí de vista y pensé que ya se había acabado todo, cansado me senté en un banco y de repente me rodearon, en ese momento me rodearon me desperté…

¡....Y TODO HABÍA SIDO UN SUEÑO!
ANDRÉS ELENA



EL BOSQUE ENCANTADO

Una noche de Halloween, mis amigos y yo nos disfrazamos y decidimos ir al bosque. Todo estaba muy oscuro y casi no nos veíamos unos a otros. De repente, oímos un aullido y nos quedamos aterrorizados porque en ese bosque  habían pasado cosas muy raras. Y dicen que estaba  encantado. Seguimos andando y vimos unas luces rojas que se movían en círculos.
 Cuando nos acercamos, vimos que eran los mayores que tenían una caseta. Al acercarnos pensamos en darles un susto pero lo que vimos eran hombres lobo que nos iban a atacar.
Entonces empezamos a correr para avisar a los padres. Cuando empezamos a llegar para avisarles oímos unas risas detrás de nosotros y eran los mayores que estaban disfrazados.
¡Nos habían engañado!
ALEJANDRO ÁLVAREZ

¡Menudo susto en Halloween!


          Un día, mientras jugaba en la plaza de mi pueblo, vi algo extraño. No sé de lo  que se trataba pero, de repente, unos sonidos espeluznantes retumbaban, los murciélagos salieron y la noche se hacía cada vez más oscura. Eso hizo que, además de tener miedo, me pusiera a investigar.

          Fui siguiendo, sigilosamente, a la sombra que me encontré. Se fue hacía los huertos donde entró y se comió dieciocho tomates y veinte lechugas. Después de seguirle por todos los huertos, descubrí que no solo era una sombra, sino que era un fantasma que se veía, así que no sabía  si era de verdad.

          Le seguí hacía las cuadras de los caballos e hizo que se pusieran nerviosos y alborotados. Temí que se escaparan y que el dueño saliera y se enfadara conmigo. Al caminar por las hojas crujientes hice un ruido y el fantasma me vio. Le intente quitar la capa blanca y vi que era… ¡Mi primo Noé! Me sorprendí y él también y siendo Halloween  se había buscado un buen disfraz y yo también, de bruja. Ese día fue espeluznante  y divertidísimo.

SANDRA ABAD




EN EL CEMENTERIO


          Ya solo quedaban unas horas para Halloween. Todos los niños y niñas estaban preparados con sus disfraces y sus caramelos.

          Cuando llegó la noche todos salieron de sus casas. Unos iban de vampiros, otros de la muerte, también iban de zombies. Un grupo de amigos después de ir casa por casa, decidieron ir a cementerio y allí contarse historias de miedo.


          Cuando estaban todos sentados en el suelo oyeron pisadas y murmullos. Todos los amigos se miraron con cara de miedo pero aun así decidieron quedarse.

          Más tarde vieron sombras y sangre desparramada por el suelo. Entonces se fueron corriendo pero la puerta estaba cerrada y decidieron saltarse la valla. Miraron hacia atrás y vieron a sus hermanos mayores partiéndose de risa.

ALEXIS RIÁDIGOS