domingo, 8 de noviembre de 2015

REDACCIONES SEMANALES 5º A

HALLOWEEN por Óliver García

El 31 de octubre Pedro y Óliver fueron a pedir caramelos hasta las nueve. Pero Óliver dijo:
-¿Por qué no vamos a la mansión del cementerio?
-¡vale! –dijo Pedro.
Cuando estaban yendo, Pedro le dice a Óliver:
-Óliver creo que nos están siguiendo.
-Echamos a correr a la de tres. Uno, dos y tres.
Cuando llevaban dos minutos corriendo se pararon y miraron detrás a ver si les seguían, pero no les seguía nadie.
Un señor que iba disfrazado de payaso les dijo:
-¿Queréis caramelos?
-Si-dijeron los niños.
Pero el señor cogió a Pedro del brazo y no le soltaba. Óliver le dio una patada y Pedro le pego un mordisco. Huyeron hasta el cementerio y llamaron a la mansión que había al lado. No les contestó  nadie. Como la puerta estaba abierta entraron. Oyeron ruidos en el desván y subieron muy lentamente.
-¡Socorro, socorro – dijo el tío antes de morir. Pedro y Oliver lo  vieron como  murió por un cuchillo en el corazón. También vieron al asesino. Salieron corriendo y no pararon hasta llegar al cuartel de la guardia civil. Cuando llegaron dijeron que habían visto un asesinato. Un policía les hizo algunas preguntas, como:
-¿Dónde está el muerto?
-En la casa de al lado del cementerio. –Dijo Pedro
Todo el cuartel fue a la mansión y vio como el asesino se había suicidado. Había una carta dirigida a Pedro y Óliver:
-Yo era el que os estaba siguiendo antes. – el asesino