LA BRUJA Y SU GRAN AMIGA por Laura Díez Arcila
Había una vez una bruja que estaba haciendo magia. Un día se levantó y se puso a pensar. –Que aburrido es esto de hacer magia todos los días. Dijo la bruja. Tuvo una gran idea de irse a la convención de brujas.
Se fue en su escoba mágica. Al llegar se dio cuenta que su escoba mágica la había llevado al mundo de los humanos no a la convención de brujas. Luego pasado un rato se sienta en un banco, y de repente una chica se sienta con ella en el banco. Y le pregunta: - Hola ¿Cómo te llamas? -Yo me llamo Matilda. Responde la bruja. -¿Y de dónde vienes? Le pregunta la chica. –Vengo del mundo de las brujas. Responde la bruja.
La chica se echa a reír porque no se lo cree. Luego la chica la invita a su casa, y la bruja le responde que sí. Llegan a su casa y se sientan en el salón. Comienzan a hablar. Pasado un rato hablando, entre risas y carcajadas, le dice la chica a la bruja -Yo no creía en las brujas pero ahora con todo lo que me has contado me lo creo todo. Pasado un tiempo Matilda y la chica se hicieron muy buenas amigas y Matilda le dice que menos mal que su escoba mágica se ha equivocado y la trajo a ese mundo, porque sino no hubiera conocido a la chica, Matilda está súper feliz de la amistad tan bonita que tiene con la chica.
Se fue en su escoba mágica. Al llegar se dio cuenta que su escoba mágica la había llevado al mundo de los humanos no a la convención de brujas. Luego pasado un rato se sienta en un banco, y de repente una chica se sienta con ella en el banco. Y le pregunta: - Hola ¿Cómo te llamas? -Yo me llamo Matilda. Responde la bruja. -¿Y de dónde vienes? Le pregunta la chica. –Vengo del mundo de las brujas. Responde la bruja.
La chica se echa a reír porque no se lo cree. Luego la chica la invita a su casa, y la bruja le responde que sí. Llegan a su casa y se sientan en el salón. Comienzan a hablar. Pasado un rato hablando, entre risas y carcajadas, le dice la chica a la bruja -Yo no creía en las brujas pero ahora con todo lo que me has contado me lo creo todo. Pasado un tiempo Matilda y la chica se hicieron muy buenas amigas y Matilda le dice que menos mal que su escoba mágica se ha equivocado y la trajo a ese mundo, porque sino no hubiera conocido a la chica, Matilda está súper feliz de la amistad tan bonita que tiene con la chica.
FIN
LA GUERRA SE ACABA por Alejo Izquierdo Sáiz
Érase una vez una historia que sucede en la ciudad de Cerro Alto donde vivía un niño llamado Xavi. A Xavi le gustaba jugar a la guerra: siempre hacía como si tuviese armas y disparase.
Su madre le decía que la guerra era mala, él no hacía caso .Pero ahora dejemos la guerra a un lado y vamos a fijarnos en su vida diaria.
Xavi traía muchas notas malas a casa del colegio: que había jugado a los militares en clase, que se había peleado con unos niños, que había traído una pistola de un policía a clase… También tenía problemas en la calle. Le quitaba la catana al profe de judo, entraba con la pistola de juguete a la casa del vecino mal humorado…
Xavi tenía tres amigos Tom tenía 13 años, Lito, el listo del grupo y Sandio, el más fuerte de todos. Siempre quedaban en el club del Tanque, llamado así en honor a la primera palabra de Xavi.
Su madre le decía que la guerra era mala, él no hacía caso .Pero ahora dejemos la guerra a un lado y vamos a fijarnos en su vida diaria.
Xavi traía muchas notas malas a casa del colegio: que había jugado a los militares en clase, que se había peleado con unos niños, que había traído una pistola de un policía a clase… También tenía problemas en la calle. Le quitaba la catana al profe de judo, entraba con la pistola de juguete a la casa del vecino mal humorado…
Xavi tenía tres amigos Tom tenía 13 años, Lito, el listo del grupo y Sandio, el más fuerte de todos. Siempre quedaban en el club del Tanque, llamado así en honor a la primera palabra de Xavi.
Una guerra estallo en el país donde vivía Xavi. Su familia no quería irse de su casa porque allí habían crecido y vivían con ellos sus abuelos que eran mayores.
Xavi estaba un poco asustado porque no sabía que la guerra era quedarse sin gente, morir, caos por toda la ciudad… Por la ventana Xavi veía a los tanques del ejército y a los soldados desfilar. En ese momento Xavi comprendió el horror de la guerra.
La familia de Xavi decidió que tenían que abandonar la ciudad, no podían quedarse más, no había comida en las tiendas, no había agua en las casas, no tenían luz, no había madera para calentar la casa…. Los soldados sacaban a la gente de sus casas y les subían en vehículos de ejército para llevarles a los campamentos de refugiados. Allí estarían fuera del peligro de las bombas y disparos que había por las calles de la ciudad.
Cuando llegaron al campamento no se lo podían creer pero aquel lugar era muy grande y todas las casas eran iguales, tiendas de campaña de color blanco. Cuando estuvieron instalados en la casa que les había tocado tenían que ir a buscar la comida que les correspondía y el agua que les tocaba.
Había muchas familias de todas las partes del país. Xavi se dedicaba en el campamento a ayudar a los niños de su edad, jugaba con ellos, pero ya no jugaba a la guerra ahora quería jugar a otros juegos que no tratasen de la destrucción y desastre que la guerra tenía.
Acabó la guerra y algunos pudieron volver a sus casas, otros no pudieron volver a sus casas porque ya no había casas, habían sido destrozadas durante la guerra.
Xavi y su familia volvieron a su ciudad y a su casa se encontraron con sus vecinos y entre todos decidieron reconstruir su ciudad y empezar una vida nueva.
FIN
SARAY LA ENCANTADORA por Magnolia Mariscal Cuesta
Un día la maga Saray se encontró a un niño por la calle llamado Lucas, más conocido como Luck y le preguntó:
- ¿Tú no eres Luck el ayudante del mago Mickey?
- Sí, pero él me expulsó, por haber una gran expulsión de gases que hice sin querer.
- Bueno, pues yo querría que fueras mi ayudante en la academia Auradon. Dijo la maga
Al llegar a la academia Auradon, Luck se puso muy nervioso al ver que la maga Saray tenía muchas más cosas en el laboratorio. Entonces preguntó:
- ¿Todo esto es tuyo? Preguntó Luck.
- ¿Tú no eres Luck el ayudante del mago Mickey?
- Sí, pero él me expulsó, por haber una gran expulsión de gases que hice sin querer.
- Bueno, pues yo querría que fueras mi ayudante en la academia Auradon. Dijo la maga
Al llegar a la academia Auradon, Luck se puso muy nervioso al ver que la maga Saray tenía muchas más cosas en el laboratorio. Entonces preguntó:
- ¿Todo esto es tuyo? Preguntó Luck.
Al día siguiente Saray encontró una manada de perros para alejarlos de la ciudad. Con la ayuda del aprendiz Luck pudo resolver más de un problema como la extinción de ratas, la eliminación de basuras ...
Entonces Luck preguntó:
- ¿Saray, ¿cuándo podré hacer mi primer truco de magia?
- ¡Claro! Tu gran truco será mañana a las 12: 30 h
Al día siguiente Luck pudo hacer su gran truco que fue ...
¡Salvar a la ciudad del mal ogro de la montaña Wiener!
Al final Luck se quedó con la maga Saray para siempre.
F I N
LA FIESTA DE HALLOWEEN por Elena Martínez García
Era una noche de otoño cualquiera, en especial, 31 de octubre, Halloween. A mí y a unas amigas nos invitaron a una fiesta escalofriante que daban en una casa espeluznante y embrujada dos amigas mías. En esa casa todo era raro: las escaleras, las paredes, el techo y hasta el suelo. El agua era negra, y de repente apareció una rata en mi vaso. Yo estaba muerta de miedo y mis amigos también. Ah, y siempre que decíamos la palabra “fiesta” un murciélago revoloteaba la sala.
Entonces bajaron los anfitriones de la fiesta y no eran personas, ¡se habían convertido en fantasmas! A continuación a coro todos gritamos: ¡fantasmas! Y entonces ellas nos comunicaron que no eran verdaderos fantasmas, que les habían echado un hechizo. Todos nos quedamos pasmados y petrificados y como es obvio ¡nos largamos! Ellas corrieron tras nosotros, bueno como eran fantasmas nos detuvieron, ellas vuelan. Entonces no sabíamos quien las había hechizado, así que deducimos que había sido la malvada bruja del castillo embrujado. Después de una larga conversación para atraparla, yo dije que como íbamos cogerla si el castillo estaba embrujado. Decidimos que, con magia. ¿Y cómo podríamos tener magia? Pues como la casa de nuestras amigas estaba hechizada, cogimos un trozo de pared, de techo, también de suelo…y nos lo comimos. Se que no parece real, pero era una casa hechizada, por lo tanto era comestible. Pues sí, nos convertimos en fantasmas, esqueletos, diablos…
Llegamos a su castillo, pero no sabíamos que hacer porque había un foso y no nos íbamos a meter al agua. ¡Pero sí podemos volar! Pues, entramos y todo estaba lleno de arañas y polvo. Por más que avanzábamos el pasillo no se acababa. Entrábamos por todas partes pero la bruja no estaba. Miramos por la ventana de una habitación y era ella, que se quería escapar pero nosotros fuimos más listos, así que la capturamos. La metimos en una cárcel hecha para brujas y allí estuvo hasta hoy.
